Incluso viviendo junto a un gran Maestro, es difícil que le comprendáis, o simplemente sintáis la naturaleza de su presencia, la vida que le pertenece, porque las vibraciones de la vida espiritual escapan a las percepciones habituales de los humanos: les superan, porque no han desarrollado los centros que les permitirían captar estas vibraciones sutiles. Las vibraciones de un Iniciado sólo alcanzan a los seres que han desarrollado sus cuerpos superiores (los cuerpos causal, búdico y átmico). ¿Por qué? Porque estas vibraciones atraviesan los cuerpos físico, etérico, astral y mental sin dejar allí la menor huella, sólo hacen vibrar los cuerpos superiores. Pueden ser comparadas con las corrientes eléctricas: cruzan las paredes sin dejar huella, mientras que un proyectil sólo atraviesa una pared haciéndole un agujero. Entonces, que quede claro para vosotros: por más que leáis obras espirituales, conozcáis a los más grandes Maestros, esto no servirá de nada mientras no trabajéis con vuestros cuerpos espirituales."
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