Dios nos creo para ser de bendición, tu, naciste para ser de bendición. A veces pensamos en los sueños que teníamos, sueños grandes! Anhelábamos servir a Dios! Ser misioneros, pastores, ayudar a los necesitados, en definitiva queríamos cambiar el mundo!
O quizás aún tenemos estos sueños y fue Dios quien los puso en nuestros corazones. Pero el problema es que muchas veces la lógica nos condena. El sentido común nos atraviesa como una daga.
Y este problema tiene la raíz en que nos desenfocamos, en algún momento, quizás sin darnos cuenta, en vez de estar mirando a nuestro Todopoderoso Dios comenzamos a mirar a nuestro alrededor, y que es lo que vemos? Lo que vemos es que no podemos, que tenemos muchas cosas que solucionar primero, que tenemos nuestro corazón roto, que no tenemos recursos o incluso pensamos que somos muy pecadores como para llevar luz a otro lugar.
Yo te quiero decir que fuera de todas esas adversidades TU VIDA TIENE SENTIDO! Hay mucha gente que está necesitando tu ayuda. Quizás tú no puedas cambiar tus circunstancias pero sí puedes cambiar las circunstancias de alguien más.
En Hechos 12.1-3 nos dice: "Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a Aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo." (Nueva Versión Internacional)
Hoy te invito a que pienses bien qué es lo que te está deteniendo y te decidas a poner tus ojos en Dios. Él es Todopoderoso y no hay nada ni nadie que pueda vencerlo. No olvides que Dios nos dice en Jeremías 29.11 "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes --afirma el Señor--, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza".
Dios te bendiga siempre,