“OJOS QUE NO VEN, CORAZÓN QUE NO SIENTE”
( Jn.9,1-14)
Pienso, si será para eso, para lo que los amigos de la mentira y del engaño, valiéndose de sus poderosos medios en TV, Radio, prensa etc. tratan de ocultarnos la verdad. Si no vemos la desgracia, la explotación del hombre por el hombre, no nos sentiremos impelidos a movernos y a hacer algo.
Hoy es el día de la LUZ. Sí, luz para los que quieran ver. Estoy animado a poner una tienda con un rótulo grande, lleno de luces para decir a los viandantes: ¡No preocuparse! La situación no es buena, ya sé que no eres feliz pero tengo la solución. Sí, ofrezco la LUZ para todos aquellos que la valoren y no quieran seguir siendo ciegos.
Martín Descalzo en una de sus “Razones para la Esperanza” cuenta el compromiso en que lo metió un amigo mejicano, cuando era estudiante en Roma y hacía de guía en la basílica de S. Pedro. Me llamó desde Méjico para pedirme que hiciera de guía para un turista especial: el turista era ciego. Al ver que el turista ciego iba y se movía sin acompañamiento alguno, le preguntó por las grandes dificultades que tendría.“ A veces tengo dificultades, le dijo el ciego, pero yo sé que en la vida todo se arregla” “ Para entenderse con los desconocidos basta con un profundo interés por la vida y por los otros”. Yo, dice Martín Descalzo, me iba quedando bizco al escuchar al ciego. El turista siguió:”Basta con no tener miedo y admitir la profunda necesidad que tenemos los unos de los otros. Yo de ellos y ellos de mi, porque todos estamos ciegos de algo”. Al despedirme del amable e inteligente turista me encontré con mucha gente y no pude menos de recordar la sabia y profunda lección del ciego. Mucha gente, gete guapa, bien tratada pero ciega que hablaban de dinero, de inversiones, de modas, des esperanzas baratas. Era gente que veían con los ojos pero no con el alma”
Queridos amigos creyentes, sabemos que hay ojos lindos y muy adornados pero ¿De verdad tienen luz? ¿O son sólo ventanas-ciegas recién pintadas para la inauguración? ¿Serán también mis ojos cavernas oscuras que miran pero no ven?....
Al pasar Jesús (Jn.9,1-14) vio a un ciego de nacimiento y exclamó ante tanta murmuración: “ Que no, que no, que no es un castigo de Dios sino que es una ocasión para que vosotros abráis vuestros ojos. He venido a mundo para hacer las obras de Dios porque YO SOY LA LUZ DEL MUNDO” Le untó los ojos con barro y lo envió a lavarse a la piscina de Siloé. Ante la sorpresa y el miedo de muchos volvió con vista.
Pero ¡ay ,amigos! Por allí andaba el poder religioso y fiel cumplidor de la letra de la ley. ¡Qué mala suerte!. ERA DIA FESTIVO Y SE AGARRARON AL CODIGO. Pudieron leer el artículo correspondiente: “santificarás las fiestas” pero fueron incapaces de ver la desgracia en aquel vecino suyo y recordar que el primero y principal de los mandamientos es el AMOR A DIOS Y AL PROJIMO. Es que, decían: “algo habrá hecho” y siguieron con su ceguera incurable.
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Se aconseja leer en el N.T. este bello e interesantísimo pasaje. Gracias.