Son mis últimos días sobre esta tierra, ocupando los espacios físicos, respirando y mirando, he decidido en vida dejar un legado de amor.
No se compra en ningún lado, no tiene precio alguno, no se fabrica en serie, es único, personal, con decisión y libertad, no existe presión, solo voluntad y mucho amor.
Pronto seré un alma que anda en plena libertad, girando por los aires y viendo desde un mas allá.
Sentiré en mi espíritu la gran emoción de que todavía hay vida, que otro ser esta lleno de alegría, que puede hacer lo que no podía, que se veía impedido en sus capacidades.
En cierta forma estaré viviendo junto a esa persona, acompañándolo por el resto de sus vidas, sentiré las mismas emociones, amare y llorare, reiré y jugare, abrazare y trabajare y mil cosas que son parte de la vida terrena.
Que emoción siento hoy que mi decisión va ha extender mi vida, internalizandome en otra persona que estará esperándome, sin siquiera saber mi nombre, conocer mi rostro y mi vida anterior.
Eso no tiene importancia solo se que estará completamente feliz, que tendrá vida y podrá cumplir sus sueños que tanto postergo por no tener ese órgano que le prolongue la vida.
Me quedan horas, no lloren por mi, porque en mi interior soy feliz, feliz con letras mayúsculas porque por un instante estaré viviendo en otro lugar, en otro cuerpo, donde juntos podremos realizar todos los sueños, los sueños de amar.
Pronto me marchare, no me lloren, sean felices, en otro lado estaré viéndolos con otros ojos y sintiendo con otro corazón, eso no importa lo que interesa es que otro ser se le ha cumplido el milagro de la vida.