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General: EL EVANGELIO DE HOY SABADO 28 DE MAYO DE 2011."EL SEÑOR ESTE CON USTEDES".
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De: hermes sarmiento  (Mensaje original) Enviado: 28/05/2011 13:41

El Evangelio de Hoy SABADO 28 DE MAYO DE 2011

 Sábado V de la semana de Pascua.

¡Bienvenidos. Hermanos y hermanas en Cristo Jesús!

“El Señor este con Uds.”.Nos hemos reunido para leer la Palabra y alimentarnos de Cristo Resucitado que fortalece nuestra vida y nos compromete a vivir y a llevar una vida Espiritual llena de amor y paz.

Con alegría leamos la palabra.

“Habla Señor, qué tu siervo escucha”.

Señor, creo en las Sagradas Escrituras que voy a leer,se que contiene Tu Santa Palabra.Haz que la escuche con todo respeto y amor.Ilumina mi mente para que por medio de ella yo conozca Tu Santa voluntad, y mueve mi corazón para que yo cumpla  con fidelidad lo que Tú quieres de mí.Espíritu Santo, ilumina con Tu luz mi cabeza y enciende mi corazón para que la palabra de Dios pueda entrar y quedarse siempre en mí, para conocer por medio de Tu Palabra, Tu Divina voluntad, lo que puedo y debo lo, que debo y puedo modificar,y que no depende de mi cambiar, como debo conducirme en los acontecimientos de la vida.Señor, aquí tienes mi corazón abierto, dispuesto a Escuchar Tu Palabra con corazón sencillo y con la voluntad decidida para obedecerle...En TI esta la Luz y la salvación.Amen, y Amen

Primera lectura

Hechos 16,1-10

En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo que se llamaba Timoteo, hijo de un griego y de una judía creyente. Los hermanos de Listra y de Iconio daban buenos informes de él. Pablo quiso llevárselo y lo circuncidó, por consideración a los judíos de la región, pues todos sabían que su padre era griego.
Al pasar por las ciudades, comunicaban las decisiones de los apóstoles y presbíteros de Jerusalén, para que las observasen. Las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en numero de día en día. Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. Entonces dejaron Misia a un lado y bajaron a Troas. Aquella noche Pablo tuvo una visión: se le apareció un macedonio, de pie, que le rogaba: "Ven a Macedonia y ayúdanos." Apenas tuvo la visión, inmediatamente tratamos de salir para Macedonia, seguros de que Dios nos llamaba a predicarles el Evangelio.
Palabra de Dios.

Meditación

Ven a Macedonia y ayúdanos

Pues sin ella, aunque bautizados, y por ello engendrados para la vida contigo en el Padre, ¿cómo conseguiríamos los bienes eternos? Solo con tu ayuda incesante. No vale con que nos hayas salvado y redimido con tu cruz, debes sostenernos de continuo y hasta el final. ¿Qué haríamos si no con nuestras escasas fuerzas? El bautismo es puntual, pero su efecto es para siempre, pues se trata del bautismo de agua y del Espíritu Santo. Y el Espíritu permanece en nosotros, ayudándonos a orar gritando: Abba, Padre.Pobre Pablo, qué de correteos por toda la parte oriental del Mediterráneo y por la actual Turquía. Pero hoy vemos cómo salta a Europa. Sus ansias de evangelizar, de predicar el evangelio de la cruz y de la resurrección eran tan grandes, desde que el Señor resucitado se le apareció camino de Damasco, que todo se le hace pequeño. Busca todo el mundo. Quiere llegar al centro, a la urbe que todo lo rige: Roma. De este modo la Iglesia se robustecía en la fe y creía en Jesucristo un número cada vez más grande.Sorprende cómo prendió el cristianismo en aquella sociedad tan internacionalizada por los romanos. Era tan grande el embrollo de religiones, cada una por su lado, y de desenfreno moral en aquella sociedad tan diversificada y, a la vez, tan unitaria, que —aseguran historiadores como Paul Veyne y otros muchos— había verdadera ansia de espiritualidad limpia y pura, de vida moral recatada, de búsqueda del Dios único, y no de esa excrescencia de dioses y diosecillos, de diosas y diosecillas, que se amparaban en el culto al emperador como único elemento aglutinador del imperio, tan sumamente abigarrado, de modo que el cristianismo, junto con el judaísmo —al comienzo, lo sabemos, no aparecía claro si eran la misma religión o no—, fue tomado como la fe esperada. Una fe que llenaba los anhelos de quienes buscaban la limpieza del corazón, de los mansos y misericordiosos. Se ha dicho que el cristianismo era una religión mistérica más, como la de los órficos, por ejemplo, pero nada de eso hubo. Era, si vale decirlo así, una religión racional, en la que fe y razón estaban perfectamente conjuntadas. No era la religión de la irracionalidad y del desenfreno. Al contrario, la del Logos, de la Palabra, del Verbo. La cual, conforme quedaba claro que no era una secta más del judaísmo, sobre todo cuando fue apareciendo claro que los únicos herederos del AT eran los fariseos y los cristianos, cada uno por su lado. Pero estos tenían una mayor libertad de acción y de contemplación en el Espíritu y en la predicación de la cruz, locura para judíos e insensatez para paganos. El cristianismo se fue expandiendo como la pólvora por todo el Mediterráneo, el mundo conocido de entonces.No importaron las persecuciones, ¿no había muerto Jesús en la cruz? Al contrario, sirvieron para aumentar el cristianismo de manera fulgurante. Nos lo dice hoy Jesús en el evangelio de Juan. Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Ay, si fuéramos del mundo, este nos amaría con empeño. Pero no somos del mundo, aunque nosotros seamos colaboradores del Señor en la salvación al mundo.Sorprende, pues, esa doble línea que se diseña en la historia desde el comienzo. Por un lado, la atracción irresistible del cristianismo. Por otro, el odio encarnizado contra él. Jesucristo nos ha escogido para sacarnos del mundo y, paradoja asombrosa, para salvar al mundo.


Salmo responsorial: 99
Aclama al Señor, tierra entera.

Con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades. R.

 

El Evangelio de hoy

Juan 15,18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra." Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió." 
Palabra del Señor

Reflexión

No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo

El mundo, en el Evangelio de Juan, representa a los sistemas de poder imperantes, a todas las fuerzas inmanentes opuestas a Jesús y su proyecto. Sus dirigentes se niegan a reconocerlo, han creado una imagen falsa de Dios y por eso se oponen a la imagen verdadera. No pueden soportar al Dios que está a favor de la humanidad y la libera. La coherencia entre el mensaje y la praxis de los discípulos y el Maestro les acarreará consecuencias previsibles. Los discípulos deben prepararse para correr la misma suerte que Jesús. Es una evidencia de que realmente han asumido su causa con radicalidad.
La comunidad que busque continuar la misión de Jesús será sospechada, vigilada y paulatinamente excluida. Los discípulos deberán aprender a construir una alternativa desde los márgenes de la historia. Así unirán utopía con camino y buscarán hacer realidad el sueño de Dios con medios coherentes y posicionados desde los preferidos del Padre.
No será fácil la aceptación del Evangelio por parte del mundo. Es más, la condescendencia del mundo será signo de la flojera en el testimonio y la falta de fidelidad en nuestro anuncio misionero y profético.

La perícopa contiene una advertencia de Jesús dirigida a sus discípulos sobre el odio y el rechazo del mundo que tendrán enfrente. Si la nota distintiva de la comunidad cristiana es el amor, ahora el Maestro presenta a los suyos lo que caracteriza al mundo que les rechaza: el odio (v. 18). El Señor advierte y explica ese odio del mundo y emite un juicio sobre el mismo.
El odio del mundo hacia la comunidad cristiana es consecuencia lógica de una opción de vida: los seguidores del Evangelio no pertenecen al mundo, y éste no puede aceptar a quien se opone a sus principios y opciones. Los creyentes, en virtud de su opción de vida a favor de Cristo, son considerados como extraños y enemigos. Su vida es una continua acusación contra las obras perversas del mundo y un reproche elocuente contra los malvados. Por eso es odiado y rechazado el hombre de fe.
Pero ¿cómo se manifiesta el odio del mundo contra los discípulos? Mediante las persecuciones que han de padecer los creyentes por el nombre de Cristo. No son en verdad estas pruebas las que deben desanimar a los discípulos ni en su camino de fe ni en su misión de evangelización. También su Señor experimentó la incomprensión y el rechazo hasta la muerte (v. 20). Es más, la persecución y el sufrimiento son una de las condiciones de la gloria que toda la comunidad cristiana debe compartir con su Salvador. La suerte de los discípulos es idéntica a la de Cristo: si éste ha sido per seguido también lo serán sus discípulos; si éste fue escuchado, también lo serán los suyos (vv. 20s).
Si pretendes vivir según tus convicciones de fe, no debe sorprenderte encontrar a tu alrededor la indiferencia o la hostilidad. No debe deprimirte que los medios de comunicación social se rían a menudo de manera sutil del estilo de vida cristiano, o que cuando expreses tus convicciones te vean como un anticuado, o que la gente te considere como alguien que pertenece a una era pasada, a una época de la que ya nos hemos despedido. Que no te abata el desaliento: eso es señal de que eres fiel a Cristo perseguido y a su Palabra de cruz. No debes entrar en crisis porque muchos no piensen en esa cruz como los seguidores de Jesús.
Una de las características de la fe es su perenne carácter inactual. Esa característica hemos de buscarla en su dimensión oblativa, que consiste en la llamada a la cruz, al sacrificio, al saber amar, a la justicia pagada con la propia piel. No debes, por tanto, «aguar» tu testimonio, ni bajar el grado de las exigencias de la Palabra, ni envolver con el silencio lo que es más comprometedor e impopular. Hay silencios que parecen excesivamente prudentes, que son expresión de temor ante los contragolpes de la opinión pública, que expresan preocupación por la hostilidad de quienes pueden hacernos daño.

Una de las cosas que debemos a nuestro Señor es no tener nunca miedo. Tener miedo es hacerle una doble injuria: en primer lugar, es olvidar que él está con nosotros, que nos ama y que es omnipotente; en segundo lugar, porque no nos configuramos con su voluntad: configuramos nuestra voluntad con la suya, todo lo que nos ocurra, dado que es querido y permitido por él, nos dejará alegres y no tendremos ni inquietudes ni temores. Tengamos, pues, esa fe que expulsa todo miedo; tengamos a nuestro lado, frente a nosotros y en nosotros, a nuestro Señor Jesucristo, Dios nuestro, que nos ama infinitamente, que es omnipotente, que sabe lo que es bueno para nosotros, que nos dice que busquemos el Reino de los Cielos y que el resto nos será dado por añadidura.
Caminemos seguros con esta bendita y omnipotente compañía por el camino de lo más perfecto, y estemos seguros de que no nos ocurrirá nada de lo que no podamos extraer el mayor bien para su gloria, para nuestra santificación y para la de los otros. Y que todo lo que nos ocurra será querido y permitido por él y, en consecuencia, lejos de toda sombra de temor, sólo hemos de decir: «Bendito sea Dios por todo lo que nos ocurra», y sólo hemos de rogarle que ordene todas las cosas, no según nuestras ideas, sino para su mayor gloria.

Padre Bueno y misericordioso, regálame la fortaleza y la sabiduría necesaria para vivir haciendo el bien a mis hermanos, sin esperar nada a cambios.Haz que como Pablo yo pueda estar siempre atento a tus llamados .
Señor, que no tenga miedo en vivir con autenticidad mi vida cristiana sino que lo haga con valentía, buscando ser fermento en el mundo de hoy.

Señor Jesús Concédeme la gracia de cumplir fielmente Tu Voluntad ,ajustando mi vida a tus mandatos .Dame la gracia de avanzar firme aun en medio de las contrariedades ,procurando siempre agradecerte a Ti por encima de todo.

Espíritu Santo abre mi corazón y mi mente para saber descubrir lo que el Señor quiere decirme a través de la liturgia el día de hoy. Quiero ser un fiel discípulo del Maestro resucitado. En el mundo de hoy no es fácil ser un auténtico discípulo, es por eso que me pongo en actitud orante para alcanzar las gracias que necesito para dar testimonio de él ante el mundo.

Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.” Padre lleno de amor, tú que te complaces en la misericordia y no te dejas ganar en generosidad y compasión, perdona siempre nuestras faltas y todo aquello con lo que herimos a tus hijos alejándonos así de tu casa y de tu mesa, así, con la luz de tu Espíritu Santo reconoceremos que tu amor es más grande que nuestras faltas y volveremos a ti con un corazón contrito y humillado.  Gloria y alabanza a ti, Señor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.Amen,y Amen .

* Te agradecería compartieras con tus amistades este mensaje.
Con el mayor de mis respetos. Saludos,Dios los Bendiga. *

GRACIAS POR TU AMISTAD

FELIZ DIA.

 

Hermes Sarmiento G

De Colombia

 Si deseas escribirme, hazlo a este correo.

Así, responderé oportunamente.

Gracias

Hermes281955@hotmail.com

 



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De: simplementeGrace Enviado: 30/05/2011 02:32
¡La Palabra de Dios dá vida!
 


 
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