QUEDARNOS EN LA CRUZ
"¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!" Mateo 27:40b
Todo el ministerio de Jesús está marcado por personas que una y otra vez lo desafiaron a que demostrara su identidad. Sus seguidores también son desafiados a menudo con respecto a su identidad y compromiso.
Un amigo pastor contó la historia de una joven de su congregación cuya carrera le demandaba constantes viajes. El pastor le preguntó si alguna vez era molestada por integrantes del sexo opuesto. Su respuesta fue profunda: "Nunca, pastor. Solamente digo tres palabras, y me dejan tranquila". "¿Y cuáles son esas tres palabras mágicas?" "Simplemente pregunto: ¿es usted cristiano?"
No cabe lugar a dudas que la pregunta que hacía esa joven la identificaba muy bien. Lo mismo sucedió con la respuesta que Jesús dio desde la cruz, y que lo identificó como el Mesías. Usted podrá decir: "Pero, la Biblia no dice que Jesús haya dicho algo a la multitud. ¿Cómo mostró, entonces, ser el Mesías?" Jesús confirmó que él era el Señor de nuestra vida y Dios de nuestra salvación QUEDÁNDOSE EN LA CRUZ.
Si nuestro Salvador se hubiera bajado de la cruz, hoy estaríamos sin un Redentor, y permaneceríamos perdidos en nuestros pecados. Pero, gracias a Dios, él se quedó, dándonos así la mayor prueba de su gran amor, y el ejemplo de nuestra perseverancia.
|