Recien recuperando cierta energia y alegria perdida por la partida de alguien que fue un pilar espiritual poderoso en mi vida.
Dios lo puso en mi camino en el momento justo para que no me perdiera y aprendi de el casi todo lo necesario para continuar en el camino del Señor. Me enseño de su fortaleza, me enseño de su santidad, me enseño de su entrega total....
Desde donde esta, seguira siendo aquel gran siervo de Dios que me ayudo a encauzar mi vida nuevamente, y que me mostro que Dios siempre es fiel a sus promesas. Y espero continuar viviendo dignamente como lo hizo el, de la mano de Dios por lo que a mi me quede de vida. Lo extraño, Director ABRAHAM CEA VALDERAS. Su secre, como Ud. me llamaba.