Que ironía, cuando uno cree que ser feliz, es tenerlo todo, salud, dinero amor y, nada de Dios. Ser feliz, es sentirse satisfecho, es tener una meta terminada. En la Biblia ser feliz, es reconocer su necesidad de Dios. Mateo 5:3 dice: "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” Las bienaventuranzas, o los dichosos, son aquellas personas que, han hecho o tomado la decisión de seguir e identificarse con el Señor Jesucristo para ser obedientes a sus mandatos. Pregunté a un grupo de conocidos que es la felicidad, y dijeron: Tener una profesión, tener una familia, tener una casa, un coche, es tener un logro alcanzado. Que dice, la Biblia: “Felices los pobres en espíritu...” ¿Qué es esto? Es feliz quien reconoce su necesidad de Dios. Ser feliz es reconocer que uno necesita a Dios, que necesita su amor, paz y esperanza, es identificarse con el Señor mismo, la razón, porque de ellos es el Reino de los cielos. Entonces, que debemos hacer, buscar a Dios de corazón para obedecer su Palabra y servirle. Ser pobre en espíritu, es reconocer su calamidad de Dios, es poner primero al Señor y no los bienes materiales, estos tienen su lugar. Reconocer que cada creyente necesita la Palabra divina para ser guiado; la oración, meditación y el servicio al prójimo para crecer en santidad. “Porque de ellos es el Reino de los Cielos”, significa que por los méritos de Jesús, por el logro de la cruz, y la obediencia es que llegamos a su Reino, de justicia y de paz, para amarle, adorarle, servirle, como humanos formadores de vida. Amiga(o) Sigue orando a favor de nuestra comunidad invierta tiempo para seguir edificando como proceso de vida. Sea feliz, más allá de las circunstancias adversas. Dios te ayude.
Oremos: Padre, te necesito, guíame a adorarte y servir al necesitado...
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