Amor
"“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros, pues mucho mas, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Romanos 5:8- "
Cuando leemos esta parte de la Escritura , estamos viendo una parte de la revelación de Dios. En I Juan 4:8 dice que “Dios es amor”, lo que equivale a decir que la esencia de Dios, es amor. No se trata de que Dios “tiene amor” para algo o alguien, sino que el amor lo define, es la Suprema definición de la Gracia. Por esa misma razón los poetas no han podido dar, una única definición del amor, pues así como no podemos definir a Dios, tampoco podemos definir el amor, porque “Dios es amor”.
Pero Dios tiene la capacidad de manifestar ese amor para con nosotros, somos los destinatarios de ese amor, El me ama y eso es todo. Su amor va mas allá de quien soy o como soy. Su amor no es interesado, como muchas veces lo somos nosotros. Siendo pecadores, oponiéndonos a su voluntad, quebrantando sus leyes éticas, morales y espirituales, siendo acreedores del enojo de Dios, de su ira, de su condenación, sin embargo, El nos amó. Su amor fue tan grande, como dice en S. Juan 3:16 “que mandó a su Hijo Unigénito al mundo, para que todo aquel que en el crea, no se pierda, sino que tenga Vida Eterna”. La sangre que Jesucristo derramó en la cruz, como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, muestra que Dios ha pagado la deuda de nuestros pecados, se ha hecho justicia, se ha cumplido la ley que decía que “sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados”.
Dios está satisfecho con el sacrificio de su propio Hijo. ¡Qué amor incomparable, que ni aún a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, para que todo aquel que en El crea no se pierda sino que pueda disfrutar de la Vida Eterna !. “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por El”. ¡Qué agradecidos debemos estar a su amor!. Pero también necesitamos corresponder ese amor, debemos amarle y servirle de tal manera que ese amor llegue a otras personas que todavía no le conocen.
¡Señor ayúdame, para amarte más y obedecerte como tú quieres!
GRACIAS A LA HNA. GRACIELA POR EL FONDO
PEDRO PABLO
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