QUERID@
AMIG@:
En la tranquilidad de esta
templada tarde de enero me venía a la mente, por algo la llamó quien lo había
experimentado:”la loca de la casa”, que hay mucha gente que hasta llega a
suicidarse por hallar un poco de felicidad e ignora que la felicidad está
dentro, y que la felicidad ni se compra ni se vende, como decía la copla. Nos
hemos empeñado en disfrutarla sin vivirla y con frecuencia este método nos da
el resultado de estar atropellando nuestra facultad de ser felices. La
felicidad hay que buscarla por los prados y senderos por donde suele estar de
modo semejante a las flores en
primavera. También estas suelen estar cerca de una fuente y es un inútil error
buscarlas en los eriales que lo más que pueden ofrecer son cardos con más
peligro que hermosura.
Con frecuencia olvidamos que este mundo de dolor humano
está llamado a desaparecer, si somos
capaces de asumir el compromiso y el esfuerzo de emplearnos a fondo pora
construir y levantar, siguiendo la hoja de ruta que nos ha presentado Jesús
de Nazaret, ya aquí el mundo nuevo, el
hombre-libre-hermano-del- hombre.
Con nosotros está y no
conocemos la inmensa energía y riqueza de esa fuente inagotable de felicidad
que se llama evangelio o Buena Noticia
de Jesús, que es: Proyecto para hoy, Noticia liberadora y Humanidad asegurada. Estamos empeñados en ser
hombres libres y felices a destajo y lo único que conseguimos es, un mundo sin
humanidad que esclaviza y al mismo tiempo crea ceguera para no verlo.
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N.B.: Si no quieres estar sol@ en el
quehacer, ponte en contacto. Sé feliz.