Querid@ amig@,
No te pido penitencia, oración y sacrificio. Hoy te pido que
seas capaz - sé valiente –
de estar atento a ti mismo, a los tuyos y a tus
vecinos.¿Cómo te ves? ¿Y a ellos? ¿Te sientes lleno de felicidad y alegría a
cambio de las angustias y problemas de antes? ¿Ves espíritu humano y ambiente
de paz a tu alrededor? Supongo que alguna vez te preguntaste el por qué así, si
la vida puede hacerse de otra manera. Si me permites, te lanzo un pequeño
desafío: busca la raíz de tu insatisfacción, malestar o angustia y plantéate
senderos y puntos de salida para mejorar esa situación de tu vida y la de los
tuyos.¿O es que piensas que no hay nada
que cambiar? Porque no te cuento entre los “pobres” hombres te hago esta
invitación. Mira profundamente tanta propaganda, ruido y disimulo de nuestra
sociedad para tapar el grado de insatisfacción que la aqueja. ¡Qué bien se nos
da el disimular y con estilo refinado, si además nos creemos que somos algo!
¿No te puedes imaginar que el origen del dolor e insatisfacción de los demás
está en que los corazones de muchos se han vuelto de piedra.
“ Dicen que es
CUARESMA, Señor,
Y volvemos a guardar un tiempo especial para ti – o para
nosotros –.
Es otra oportunidad en el recuento de los días que van pasando.
Hasta cuando, Señor hasta cuando, aguantarás a mi puerta
llamando,
sin temer el rocío y la escarcha, mientras se corre el cerrojo por
dentro