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3- Una hora marcada para morir
Todos tenemos un destino, que es parte de la programación que dispone cuando naces y cuando te vas. Pero se puede modificar. Todo puede variar dependiendo del nivel de conciencia que desarrolles y de cómo enfrentes la vida. Por ejemplo: un suicida puede morir antes de la fecha que estaba prevista, renunciando con ello a la oportunidad que le daba la vida para crecer y evolucionar. Esto es, que no estaba previsto que se suicidara. Esa fue su opción. Y lo más seguro es que lo hiciera mucho tiempo antes de la fecha que se había dispuesto para su partida. Otro ejemplo: una persona que esta tratando de cambiar y de ser mejor, o alguien muy comprometido con el amor y el servicio a los demás, llega a morir. Pero en el momento del tránsito ve asomarse a través de un túnel de luz, a un ser celestial o a un pariente que le inspira confianza, que le hace saber que se le va a prolongar el plazo, terminando por vivir unos años más por cuanto lo estaba haciendo bien. En ese mismo momento, la persona increíblemente es recuperada por los médicos, que ya la daban por perdida. No hay nada definitivo. Por eso es que existe libre albedrío, para demorarnos más o menos en hacer lo que debemos hacer, creciendo y madurando en conciencia.
Pero ¿a qué podría deberse el gran temor que se le tiene a la muerte?
A la ignorancia y al olvido del que somos víctimas, por haber olvidado las leyes universales, entre ellas la de Causa-efecto, y también nuestro proceso individual. Por ello es importante que nos esforcemos en profundizar el auto-conocimiento, y con ello recordemos que la muerte es una vieja conocida, y amiga, no enemiga, de la que hemos aprendido mucho y muchas veces.
No hay nada que temer...Nada llega antes si uno no lo busca. Pero si nos comprometemos en darle sentido a la vida, nuestra labor no será desaprovechada por las jerarquías superiores, y durará todo lo necesario para cumplir su objetivo que es nuestra realización progresiva.
La Muerte es como el examen a final de curso. Si uno ha estudiado, será algo fácil, sencillo, nada complicado, tendremos unas lindas vacaciones y estaremos mejor preparados para el próximo año. Pero si uno no estudió durante el periodo que correspondía, lo más seguro es que saldrá desaprobado y tendrá que repetir el grado.
Como el tiempo realmente no existe y más bien está sujeto a formas mentales, dependiendo de la dimensión de conciencia que se ha venido obteniendo producto de la mejor o peor respuesta que hemos dado a los estímulos externos e internos , una mayor o menor vibración es interpretada por los Guardianes del Destino , como base para establecer el tiempo de vida de alguien , el espacio de vida temporal necesarios para que transcurran y se den las circunstancias adecuadas como para que dicha persona pueda crear a su alrededor la ambientación propicia para conocerse a sí misma y superarse . Si la persona no se da ella misma la oportunidad, y mas bien la desaprovecha, tendrá que volver una y otra vez bajo circunstancias similares, pero quizás cada vez tenga menos tiempo para lograr lo mismo; o se le exija más en períodos más cortos.
No depende de la cantidad de años el valor de una existencia, sino de la calidad y riqueza de dicha existencia. La existencia es tanto más valiosa, cuanto más útil sea para los demás.
Todo en la vida es dual, y depende cómo uno la enfrente para que se oriente hacia lo constructivo o lo destructivo. Todo en la vida es una cuestión de actitud. Lo que para una persona pueden ser grandes trabas y limitaciones para otro puede ser un reto o una gran oportunidad parta desarrollar sus capacidades.
Si bien es cierto que todo depende de la actitud frente a las cosas, no podemos negar algo que es un hecho en el universo: la ley de Causa y Efecto. Esta ley nos enseña que por cada acto, palabra o pensamiento positivo o negativo generaremos una reacción alrededor nuestro, que en su momento se manifestará como consecuencia. Esto es lo mismo que decir:" uno cosecha lo que siembra, tanto en ésta como en las demás existencias"... Por eso en vuestras escrituras sagradas se dice: "Has con otros como quisieras que hicieran contigo, y no hagas a otros lo que no quieras que hagan contigo".
Tomemos como analogía una escuela. Hay ocasiones que en determinado curso coincidimos en el mismo salón de clases con determinados alumnos como compañeros o compañeras, y con tal o cual profesor. Eso no es producto de la casualidad. Se puede explicar de muchas formas, como por ejemplo: que proceden de un mismo estrato social y económico; que son vecinos o viven en una zona adyacente; que ingresaron en la misma época a esa casa de estudios; o que comparten afinidad de intereses; o que están siguiendo la misma carrera para realizar lo mismo en la vida, etc.
Así como el destino o karma debe entenderse como un proceso de aprendizaje, así también la enseñanza nos dice que no existe posibilidad de crecer internamente si no es a través de los demás.
Cada persona a nuestro alrededor, tanto más cercana o más lejana es como un maestro para nosotros, tanto de lo bueno como de lo malo. Debemos estar atentos para extraer la mejor enseñanza de nuestras relaciones humanas.
Debemos de estar abiertos a aprender de todo y de todos, pero sin que esto signifique darle oportunidad a los demás como para que nos hagan daño. Nuestros parientes no están a nuestro alrededor para perjudicarnos o para hacernos la vida imposible, sino para fortalecernos y a la vez para crecer juntos; superándonos cada día. Nadie está a nuestro lado para estorbarnos sino para que aprendamos de ella y a la vez le enseñemos.
Cuanto más tratemos de huir de ciertas responsabilidades más veces volveremos a ellas. Nada ha sido dejado al azar, por algo estamos donde estamos; en el lugar y con las personas con las que convivimos, y convenimos previamente. Tratemos de aprovechar esa oportunidad descubriendo el por qué de todo ello; y haciendo lo que se espera de nosotros. Porque nada es para siempre, y cada situación es una oportunidad de crecimiento que no debe ser desaprovechada. No esperemos perder a nadie para empezar a valorarlo o para valorar a todos los demás que están a nuestro alrededor.
Todo está sujeto como dijimos, a un destino, a un plan de vida. Como nada está dejado al azar ni es inamovible, debemos modificarlo sobre la base de una fuerza de voluntad firme y mediante una conciencia despierta.
Somos la consecuencia de nuestras vidas pasadas, sujetos a un largo proceso de aprendizaje y crecimiento evolutivo. El destino es el programa de actividades existenciales previstas para el desarrollo y avance evolutivo del ser. Existe para nuestro beneficio y no para perjuicio de nadie.
La intención del destino no es otra que la de hacer que todos tengan un mismo punto inicial de partida, y que puedan alcanzar una trascendencia futura basándose en el esfuerzo individual, y al ritmo que cada uno aplique.
Quienes se encargan de establecerlo y hacerlo cumplir son como dijimos antes, los llamados "Guardianes del Destino" (Señores del Karma). Ellos al igual que el director de un colegio, tienen elaborado el programa de cursos (un sistema curricular) y actividades a desarrollarse según el grado escolar de cada cual.
Cuanto mayor sea nuestra edad evolutiva, que es lo mismo que decir a mayor madurez y conciencia a lo largo de las distintas existencias, tanto mayor margen como para escoger las condiciones de cada nuevo nacimiento y de lo que será cada existencia futura.
El destino establece el período de duración del proceso por el cual el individuo puede realizar el aprendizaje relativo a la presente existencia. Esto no quiere decir que la persona no pueda morir antes de esa fecha o después de esa fecha, porque el destino reiteramos no es algo inamovible. Por ejemplo: si al final de una vida de realizaciones personales al servicio de otros ,como puede ser también su propia familia , la persona no había acabado con la misión asignada, pero estaba a punto de lograrlo, se le puede dar una ampliación de plazo, u otorgarle una existencia breve bajo condiciones muy similares, para culminar lo comenzado. En el primer caso, la persona viviría lo que se ha denominado:"Una experiencia de Vida después de la Vida". Y aquel ser de luz al final del túnel observado durante el trauma del desprendimiento, y que muchos identifican con Jesús o con un ángel o con familiares, no sería otro que alguno de los Guardianes, esperándolo a uno para recibirlo o darle indicaciones. En el segundo caso, podría tener una nueva vida, pero breve e intensa.
Continuará...
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