Caballo

Los indómitos equinos van a poder resarcirse del daño de su opuesto el año de la Rata, que tantos sinsabores les trajo: Pérdidas, enfermedades, separaciones y conflictos fueron moneda corriente en el año anterior para los pobres caballos. Pero llegó un momento mejor. Es hora de ponerse a trabajar y saber que los esfuerzos se verán recompensados. La alegría innata de los caballitos volverá pero no deben confiarse demasiado pensando que tienen todo bajo control. No señores. El Buey dice “hay que trabajar” y lo deben hacer concienzudamente y con esmero. Tendrán algunas dificultades en el ámbito del trabajo si tienen gente a cargo. Resuelvan con equidad y dominen vuestros impulsos a veces déspotas o tiránicos. En casa también puede haber problemas con los hijos que se rebelarán ante la rigidez del caballo. Sean más flexibles y comprensivos y todo mejorará. Sin grandes cambios, el año del Buey puede depararle al caballo algunos sinsabores. Siembren para cosechar en el año de vuestro amigo el Tigre de Metal. (2010).

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