"Y esto es también vanidad
y aflicción de espíritu".
Eclesiastes
1
Vine a esta bruma de vigilia y aún no sé para qué.
Llevo cruzadas las cuarenta rutas
he recogido estrellas con mis manos
barro en los pies sin norte
un viento azul me fue azotando hasta sangrarme en niebla
y no tengo más signo que este encuentro
con mi rumor inagotable.
Y esto también aflicción.
Y vanidad creerme vida.
Quién no sabe la sangre que se vierte por un interrogante,
quién dejó de cruzar las puertas de su propio ocaso,
quién no aprehende el fruto que se pudre en su rama
atribulada,
quién se desvía de tus ojos por no mostrarse hueco
¡qué puede contestar a las preguntas!
Si aún los versos que me dictas
irán al hambre del gusano
y todo es vanidad.
Viajero de tus vientos
de paso estoy por esta tierra ajena y habitada.
Díctame al fin una orden
márcame ya una esfera,
tíñeme una vez la rosa de mi frente,
haz que comprenda un día el signo de estas palmas
que me miro.
Son ya cuarenta rutas de mi tránsito
y sólo sé los símbolos del viento.
Mario Briglia
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