INGRAVIDEZ DEL ALMA
Esta niebla violeta que me asfixia
que me sumerge íntegra en la angustia,
sin una hebra de sol, sin un sonido,
entre alfombras y muros de agua viva,
entre somnolientos pájaros de nieve
entre brumas plomizas, túmulos
marmóreos que persiguen al sueño
¿será el presentimiento
de la noche eterna?
Sin embargo, entre tanta niebla
entre tanta angustia sostenida
entre mordeduras de pájaros
brumosos y sonámbulos,
siento latir mi carne,
mis entrañas de fuego, habitadas
por latidos de vida aún inmatura
en el claustro augural
junto a mi habitada soledad,
en permanente vigilia alucinada,
estira mi cuerpo y vive mi alma
que alumbra, que vela, que despierta
esta desesperada
ingravidez del alma.
Malisa Moretti Canedo
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