Lunes 15 de junio del 2009 Dios es mi sabiduría y mi fortaleza. Más Quizás haya sentido un apremio por experimentar algo más en la vida pero no he podido identificarlo sino hasta ahora. He descubierto que éste es un llamado interno para sentir la presencia de Dios más plenamente. Soy un ser tanto físico como espiritual. Sabiendo esto, no acudo al mundo externo para la satisfacción de mi alma. Sólo Dios puede satisfacer mi alma, y cuando lleno mi conciencia de Dios, disfruto de perfección y plenitud. Siento satisfacción en mi comunión diaria con Dios. Sé que no soy una persona deficiente o necesitada. No suplico ni exijo. Todo el poder que obra en mí y por medio de mí es una maravilla para contemplar. Dios es mi sabiduría y mi fortaleza, y puedo hacer más y ser más en todo momento. “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.”—Efesios 3:20