El argentino Enrique Ernesto Febbraro, doctor en odontología y profesor de historia y ética, tuvo una gran idea.
En Julio de 1969, con motivo de la llegada del hombre a la luna, se puso una meta: Crear El Día del Amigo.
Y así fue que envió 1000 cartas a cien países, y 700 de esas cartas fueron respondidas, quedando establecido oficialmente el día del amigo, a celebrarse cada 20 de Julio.
Creo en tí Amigo
Creo en tí amigo:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.
Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.
Creo en ti amigo:
Si compartes mis lágrimas y
sabes llorar con los que lloran.
Creo en ti amigo:
Si tu mano está abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.
Creo en ti amigo:
Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazón.
Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.
Creo en ti amigo:
Si tienes valor para corregirme amablemente.
Creo en ti amigo:
Si sabes orar por mí,
y brindarme buen ejemplo.
Creo en ti amigo:
Si tu amistad me lleva a amar más a Dios
y a tratar mejor a los demás.
Creo en tí amigo:
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargas.
UN ABRAZOOOO
LOLI