Virgen de la Sonrisa,
Madre de la Alegría.
Vengo a ponerme
delante de tus ojos buenos.
Necesito esa luz de tus ojos serenos
y esa esperanza de tu rostro amable.
Te doy gracias María,
porque estás a mi lado
en todos los momentos.
Cuando sufro, tengo tu alivio.
Cuando estoy feliz, compartes mi gozo.
Vengo a buscar tu ayuda de Madre
para mí y para todos mis seres queridos.
(Pedir con humildad y confianza la gracia que se quiere obtener)
Te pido que hagas nacer en nosotros a Jesús.
Así podremos vivir con alegría,
y saldremos adelante
en medio de las dificultades de la vida.
Danos fortaleza, paciencia, valentía,
y mucha esperanza para seguir caminando.
Madre de la alegría,
derrama tu consuelo
en todos los que están tristes y cansados,
deprimidos y desalentados.
Que la hermosura de tu rostro,
lleno de fuerza y de ternura,
nos llene a todos de confianza,
porque comprendes lo que nos pasa
y somos valiosos
para tu corazón materno.
Amén.