VIVIR
YO TE INVOCO, OH DIOS DE VERDAD,
DE QUIEN HUÍR ES PERDERSE,
A QUIEN REGRESAR ES RESUCITAR,
EN QUIEN HABITAR ES VIVIR.
DIOS, A QUIEN NINGUNO PIERDE,
SI NO SE ENGAÑA A SÍ MISMO;
A QUIEN NINGUNO BUSCA,
SI LA GRACIA NO LO GUÍA.
A QUIEN NINGUNO ENCUENTRA
SI NO ES PURO.
DIOS, A QUIEN ABANDONAR
ES COMO MORIR,
A QUIEN ESPERAR ES COMO AMAR,
A QUIEN INTUÍR ES COMO POSEER.
DIOS, A QUIEN NOS EMPUJA LA FE,
A QUIEN NOS CONDUCE LA ESPERANZA,
A QUIEN NOS UNE LA CARIDAD.
San Agustín (siglo IV)
Graciela