Habla de cosas alegres. En el mundo ya hay bastante sufrimiento sin que tú agregues tus lamentos.
Hasta el peor de los casos tiene puntos a favor: búscalos y menciónalos en tu conversación.
Así darás descanso a los oídos de quienes están hartos de tanto gemido.
Habla con fe.
El mundo estará mucho mejor si no siembras duda y confusión.
Creas en Dios, o en otra cosa creas, dilo; si no, sella con silencio tus ideas hasta que te vuelva la fe, y te aseguro que nadie se quejará de que estés mudo.
Habla de salud.
El relato de achaques y enfermedades es trillado, aburrido, desagradable.
Has de entender que a nadie le interesa oír las notas disonantes de tus dolencias.
Si dices que estás bien y no te aqueja mal, Dios hará que tus palabras se tornen realidad.
' Nada hay tan contagioso como el optimismo. Vivir con un amigo optimista es encontrar la clave de la felicidad. El llanto de los otros suele hacernos llorar; pero la risa de los otros, invariablemente, nos hará reír.' --
Amado Nervo .-