Una secretaria llega a la oficina con un impresionante abrigo de visón.
Asombrada, su compañera le pregunta que de dónde lo ha sacado.
'Pues mira, ayer el jefe me invitó a cenar; después me llevó a su casa; abrió un gran armario lleno de maravillosos abrigos y me dijo: 'escoge el que quieras', y yo escogí éste'.
'Ya, bueno, pero ¡tú le habrás tenido que hacer algo! ¿no?'
'Bueno sí, la verdad es que he tenido que sacarle el ruedo porque me quedaba un poco corto...'