Sonidos de cadenas
crujiendo en la noche.
En la montaña serena
se oyen de los duendes sus voces.
Retumbando en el espacio
para perderse en el infinito.
Mientras clarea el alba,
con su manto rojizo.
Al otro lado del mar
retumban cascos de corceles.
Se deslizan las corrientes
cuando el viento sopla fuerte.
Que sus aguas se lleven
las semillas del sinsabor
y nos devuelvan lo mágico,
y lo sublime del amor.
Hoy quienes se mueven
en opuestas direcciones,
quizás estén desorientados
por tantas contradicciones.
!Que por este hechizo de Halloween
nos tomemos de la mano,
para que vuelvan a cabalgar nuestro presente
los queridos jinetes del pasado.!