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De: BrisadelMar (Mensaje original) |
Enviado: 05/11/2009 17:12 |
La fórmula de la felicidad Parece que la búsqueda de la felicidad ya no es cosa de gurúes que dan consejos, sino que el tema entró de lleno en el ámbito de las ciencias. Y algunos de los hallazgos son sorprendentes. Muestran, por ejemplo, que hay más felicidad en el altruismo que en el hedonismo, y en dormir más cada día que en comprarse un auto nuevo. También se sabe que cada persona tiene una felicidad básica, que depende de los propios genes pero que sin embargo, no está marcada a fuego, o sea, es posible manipularla.... siempre y cuando se descubran los mecanismos para hacerlo. Lo curioso es que entre quienes analizan la felicidad para buscar sus ingredientes hay economistas, sociólogos o psicólogos que publican sus trabajos en las revistas científicas de mayor impacto internacional. Es decir, hay una búsqueda científica de la felicidad. La Unión Europea acaba de financiar un proyecto denominado “Happiness”, una investigación que analiza cómo influyen las condiciones ambientales -desde el clima y la contaminación, hasta la disponibilidad de servicios educativos o de salud- en el “bienestar subjetivo”, como también le llaman a la felicidad los europeos. Los resultados de estas encuestas van revelando –por ejemplo- que en los países ricos se es más feliz que en los pobres, lo cual suena bastante previsible, pero superado un nivel mínimo de riqueza, el dinero y la felicidad se desarticulan: es decir que empiezan a seguir caminos separados. Aunque el poder adquisitivo se multiplique, el sentimiento de bienestar no varía demasiado. En los países nórdicos y en América latina se declaran más felices que en Asia. Algunos autores atribuyen esto a la mejor calidad de vida en países que empiezan a salir de la pobreza y a la extensión de la democracia, supuestamente asociada a más libertad personal. La Argentina se ubica dentro del grupo de países en los que claramente se observa un aumento del nivel de felicidad. Cosa curiosa… La felicidad, en realidad, está muy condicionada por las expectativas y por las comparaciones, o sea que siempre vamos a estar mirando al que tiene más éxito, mas dinero, o ha sido mejor dotado de belleza por la naturaleza. Las expectativas de felicidad de las personas son distintas, pero casi todas tienen que ver con tener: una posición económica muy buena, relaciones sociales gratificantes, amor, éxito, y a veces, -y en menor medida- la paz interior, por ejemplo. Los deseos terrenales son importantes, como la buena salud, poder establecer buenos vínculos afectivos y tener dinero suficiente, pero no todas las personas con todos estos atributos son felices, porque además necesitan tener la capacidad de poder disfrutar de estos bienes. Freud fundamentó toda su teoría sobre la importancia de la satisfacción de los deseos y la búsqueda del placer. Pero hay una diferencia significativa entre el placer y la felicidad. Otra investigación demostró que cuando la gente se pregunta qué les hace felices, factores como la riqueza, la popularidad, el lujo y el poder son la parte inferior de la lista de necesidades psicológicas Además, los estudios revelan que la gente puede no saber realmente todo lo que los hace felices. Pero hubo necesidades que sí fueron unánimes: La autonomía, la independencia, o la sensación de que uno es efectivo en sus actividades, las relaciones humanas fluidas y la sensación de estar cerca de otros y la autoestima. ¿Cómo hace una persona para ser feliz? Según el psicólogo Martin Seligman, una vida feliz es de tres tipos: la vida placentera, la buena vida y la vida significativa. La vida placentera es aquella en la que una persona busca actividades que le den satisfacción, siente placer en todo lo que hace y tiene una amplia red de relaciones. Una buena vida es aquella en la que una persona conoce sus intereses y los puntos fuertes y realiza actividades que optimicen sus intereses y puntos fuertes. Una vida plena es aquella en la que una persona obtiene felicidad de ayudar a los demás. Según Seligman, la persona debe tener una mezcla de los tres tipos de vida para ser más feliz. Hace relativamente poco tiempo Carol Rothwell, una psicóloga anglosajona, propuso hasta una fórmula de la felicidad que se expresa con una simple ecuación. La felicidad de cada persona es igual a P + (5 x E) + (3 x H). La ’P’ se refiere a ciertas "características personales" como la visión de la vida, la elasticidad y la adaptación. "E" identifica a las –necesidades esenciales– como la salud, el dinero, los amigos. "H" denota las –necesidades de orden superior– como el sentido del humor, la ambición y la autoestima. Pero el gran desafío de la felicidad es que no hay modo de llegar a ella hacia fuera, porque hay que buscarla en nosotros mismos: lograr un modo autónomo e interdependiente de vivir, fomentar la capacidad para enfrentar de manera responsable y productiva nuestros proyectos de vida y las exigencias del entorno. Se dice que un optimista ve una oportunidad en cada problema, mientras que un pesimista ve un problema en cualquier oportunidad. Pensar que los malos momentos van a pasar, no es un pensamiento iluso, en el fondo, los optimistas son más realistas que los que prefieren el pesimismo. ¿Qué cosas te hacen ser feliz? ¿La felicidad y el placer son sinónimos? ¿La riqueza y el lujo dan felicidad? Si lo tenés todo….¿que más te hace falta para ser feliz? ¿Las personas que son exitosas, ricas y amadas, son felices? |
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De: Graci |
Enviado: 06/11/2009 03:31 |
¡¡¡Qué buen artículo, querida Brisa!!!
Después de leerlo uno comienza a hacerse esas preguntas
para conocer dónde reside nuestra felicidad.
¡Y no es fácil este cuestionario!
¡¡¡Felicitaciones amiga!!!
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