"Muchas personas pasan parte de sus vidas tratando
de evitar las difilcultades"...y otra parte,
lamentàndolas" .
Y bueno, no se ve claramente que al tratar de evitarlas
sòlo se consigue crear un efecto multiplicador,
con los consiguientes lamentos.
La lucha por evitar lo invitable nos hace percibir
las cosas distorsionadamente,
por lo que a veces nos
embarcamos en odiseas que no tienen ningùn sentido.
...Las asì llamadas dificultades siempre estaràn a nuestro paso
a lo largo de nuestro camino por este
mundo, y en la medida en que las percibamos sòlo como un acontecer màs estaremos allanando
la via por donde andamos.
Claro, se puede argumentar que es vàlido ser precavidos
y asì lograr saltar los obstaculos que
se nos van presentando en el diario vivir,
pero, lo que no se percibe es que las dificultades no se
pueden evitar, justamente porque cuando has detectado
alguna significa que no la previste (o no la
puedes prever), por tanto, sòlo es necesario resolve
r que hacer con ella.
Ahora bien, estas conocidas dificultades, trabas o escollos
que confrontamos en nuestro recorrido son,
como muchas cosas, (o como todo) un resultado,
en el sentido de que cada cual determina què hacer
con la misma. Para algunos, las pequeñas y cotidianas vallas se convertiràn en grandes montañas; para otros,
en cambio, sòlo algo que acontece.
Como vemos, tanto en un caso como en el otro (siempre es igual)
sòlo la manera de percibir es lo que
determinarà la manera en que tomamos el resultado.
Por otro lado, serìa apropiado comprender (es una opiniòn particular)
que el atravesar las dificultades
no nos convierte en mejores personas. Tampoco pensemos que
vamos creciendo espiritualmente a
medida que vamos superàndolas. Tan sòlo estàn alli (o aparecen)
como un reflejo que nos mostrarà
nuestro estado mental. De acuerdo a la manera en que tomemos
este acontecer, en la misma forma
estaremos expresando què ojos son los que ven...
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