Seguramente usted sabe que el 31 por la noche fue Halloween y seguramente usted alguna vez escuchó hablar del general Custer, o sabe quien era Billy The Kid y Wyat Erp ¿no?
Hoy es el día de la Tradición, dígame ¿sabe por qué es hoy el día de la Tradición? A ver a ver… con la mano en el corazón… bueno no hace falta si está manejando.
¿Se da por vencido?, le cuento, el 10 de noviembre de 1834 nació José Hernández, en la chacra de su tío, Juan Martín Pueyrredón, en el partido de general San Martín.
De jovencito asistió al colegio de Don Pedro Sánchez. A la muerte de su madre, Isabel Pueyrredón en 1843, su padre se fue a vivir al campo con sus dos hijos, a la zona cercana a la actual Mar del Plata.
Allí José conoció a los paisanos, los indios y las tareas camperas. Muerto su padre, participó junto a las tropas del coronel Rosas y Belgrano de la Batalla de San Gregorio, donde las tropas porteñas fueron ultimadas por las de la Confederación, que ponían sitio a la ciudad de Buenos Aires. Él y su hermano Rafael apenas pudieron salvar sus vidas a uña de caballo.
En 1859 contrajo matrimonio con Carolina González del Solar. El matrimonio tuvo siete hijos. Años más tarde Hernández participó de las Guerras Jordanistas como secretario de López Jordán, al que le escribía los discursos.
La derrota del entrerriano lo obligó a exiliarse. Desde 1870 comenzó a escribir la historia de un gaucho renegado. Curiosamente hasta entonces no se le conocían obras de poesía. Muchos dicen que existió un tal Martín Fierro en la zona del Tuyú o Lobería Grande, como se conocía el predio de Mar del Plata. Otra versión rescata a un gaucho oriental, llamado Martín Fiero, que Hernández conoció durante su exilio en Uruguay. También se dice que en Montevideo conoció al general Saá –más conocido como Lanza Seca, ancestro del actual gobernador de San Luís- que había vivido en las tolderías, maloneado con los ranqueles y conocido la vida de las cautivas que Hernández tan bien describe en su obra.
Todas estas influencias conformaron en José Hernández, una obra de innegable valor político.
Enfrentado a la política de Sarmiento y el espíritu europeizante que intentaba aplicar a la nación. “Mis cantos son para los unos sonido y para los otros intención”.
De allí que el Martín Fierro sea parte fundamental de nuestro ser nacional, que hoy en el Día de la Tradición debemos celebrar como argentinos de ley. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
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