Mi mujer y yo siempre que salimos caminamos tomados de la mano... si la suelto, se pone a comprar...
Ella tiene una batidora eléctrica, una tostadora eléctrica, máquina de hacer pan eléctrica... Un día me dijo:
- Caramba, tenemos un montón de aparatos eléctricos, y no tenemos nada para sentarnos...
Pensé en comprar una silla eléctrica...
Yo me casé con doña Tengo Razón... sólo que no sabia que su segundo apellido era Siempre
Ya hace 18 meses que no hablo con ella... es que no me gusta interrumpirla...
Tengo que admitir que nuestra última discusión fue culpa mía... Ella me preguntó:
- ¿Qué estás viendo en la tele?
Y yo le contesté:
- Bastante polvo...
Un día nuestra cortadora de césped (eléctrica) se estropeó... Mi mujer me llenaba la paciencia dándome a entender que yo debería arreglarla... Por mi parte, siempre acababa teniendo otras cosas más importantes que hacer tipo: lavar el coche, hacer un informe, en fin... lo que para mi parecía más importante... Un día ella pensó un modo de convencerme, muy sutil. Cuando llegué a casa, me la encontré agachada en el césped, alto, ocupadísima recortándolo con su tijerita de costura... Eso me llegó al alma... me emocioné... Decidí entrar en casa y volví después de unos minutos, llevándole su cepillo de dientes... Se lo entregué, y se me ocurrió decirle:
- Cuando termines con el césped, podrías también barrer el patio...
Después de aquello, no me acuerdo de nada... Estoy en blanco... Los médicos dicen que volveré a andar, pero que cojearé el resto de mi vida...
El matrimonio es una relación entre dos personas en la que una siempre tiene razón y la otra es el marido.