Soy el sol, porque puedo quemar mis manos para sostener mi hoguera, soy la luz porque puedo ver los caminos mas oscuros hacerlos brillar y descubrir lo capaz que soy al ser una mujer. Soy el hielo que por muy frío que esté, mis fuerzas de seguir no lo siente más que lo que deseo alcanzar.
¡Y yo, soy una mujer capaz de admirar y ser admirada!