¡Para conectar bien con la gente y
hacer amigos es recomendable:
PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO: Empatía, ni más ni menos.
Para ello tienes que preguntarte: ¿cómo me sentiría yo en su piel?
Se aprende pronto a competir-sacar las mejores notas,
ganar en los juegos-, pero cuesta comprender
que lo importante requiere la colaboración de los demás.
Haz un ejercicio: cuando te encuentres en un atasco
no veas un montón de enemigos interpuestos en tu camino,
sino a personas que intentan lo mismo que tú: avanzar.
PEDIR AFECTO, SI HACE FALTA: Quítate la coraza y expresa tus necesidades sentimentales. Es bueno mostrarte tan sincero como la situación lo permita: abrirse, hablar, preguntar a quien nos interesa.
No hay nada que perder y sí mucho que ganar.
Las personas responden bien cuando uno se muestra accesible.
SER RECEPTIVO: Lo que equivale a conceder espacio a la amistad o a la ternura,
dedicar tiempo a quienes se quiere.
Que no te rebote el cariño de los demás.
Hay que aprender a no rechazar los halagos.
Otro ejercicio: cuando te digan que tu sonrisa es muy bonita,
no te hagas el sorprendid@ y contestes algo así
como que de niñ@ llevaste aparato, ¡ Agradécelo!.
SONREIR Y ACTUAR CON NATURALIDAD: Es la mejor carta de presentación.
La cara seria, la mirada huidiza, el tono de voz bajo
y la postura no orientada hacia el otro repelen
la atención de los demás.
Como la conducta forzada o artificiosa.
Mira con interés a quien habla, asiente o pide aclaraciones.
En fin, manifiesta cordialmente tu presencia.
RETENER LOS NOMBRES: Dirigirte a tu interlocutor llamándole
por su nombre propio te acerca a él.
PONER HUMOR: Es el mejor combustible.
Los que se miran todo el rato el ombligo y sólo hablan de si mismos,
son poco aguantables.
No olvides que la amistad hay que cuidarla, mantenerla.
Demustra tu apoyo, tolerancia y solidaridad.
Comparte los éxitos de tu gente.
Da la cara por ellos ante los demás y sobre todo,
muéstrate como eres: sólo las personas auténticas crean amistades sinceras.
Omar R. Goncebat.
|