¡Todos tenemos un propósito en la vida y
lo que se nos de, debe ser recibido con alegría! Cuántas veces queremos ser otra persona,
ser diferentes. Pero no nos damos cuenta que
somos quiénes somos, y hacemos lo que
hacemos, porque somos únicos y cada uno
tiene un propósito en esta vida.
Siento que si nos aceptáramos con alegría
y pusiéramos el corazón en lo que hacemos,
lo que haya que cambiar se dará.
Fuimos hechos con amor y todo lo
que se hace con amor, es perfecto.