Por este motivo, varias agencias de la Organización de Naciones Unidas no han dudado en aprovechar el filón mediático de los famosos para sensibilizar a la sociedad con el fin de recaudar fondos para sus proyectos humanitarios.

Personajes como Robbie Williams, Fernando Alonso, Ronaldo, Roger Federer o Susan Sarandon son sólo la punta del iceberg de una larga lista de personalidades que se han comprometido desinteresadamente como Embajadores de Buena Voluntad para contribuir con su fama y reconocimiento social a la difusión de las necesidades de los más pobres.

Sin duda, una de las caras más reconocidas es la de la actriz Angelina Jolie, quien ha recibido numerosos premios por su activa labor humanitaria. De hecho, la protagonista de Amar peligrosamente es madre adoptiva de tres niños de origen camboyano, etíope y vietnamita, una pequeña muestra de la devoción que siente la artista por los más necesitados. Jolie ha sabido transmitirle muy bien esa sensibilidad por la extrema pobreza a su actual pareja Brad Pitt dando como fruto la fundación Jolie/Pitt, destinada a apoyar proyectos de ayuda en todo el mundo.

En su intento por reformarse, Nicole Richie y su pareja el roquero Joel Madden, han creado una fundación benéfica para los niños más desfavorecidos. Los artistas del panorama musical también contribuyen con su granito de arena en los temas humanitario. Shakira creó en 1997 la organización Pies Descalzos con el fin de construir centros educativos para niños, además de ofrecerles alimentación y apoyo social a los desplazados por la violencia en Colombia.

Por su parte, el puertorriqueño Ricky Martin, a través de una fundación que lleva su nombre , pretende mejorar el bienestar de los niños de todo el mundo. Artistas de la talla de Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Eros Ramazzotti o Julieta Venegas, entre otros, crearon la Fundación Alas para mejorar la salud y la educación de los niños latinoamericanos a través de programa sociales.