No podemos controlar quién nos trae
al mundo.
No podemos influir en la fluidez
con que nos educan.
No podemos obligar a la cultura a
volverse instantáneamente hospitalaria.
Pero las buenas noticias son que,
aún después de ser heridos,
aún en un estado feral,
aún incluso en un estado
hasta el momento de captura,
podemos recuperar nuestras vidas.
Citas tomadas del libro
"Mujeres que Corren con los Lobos"
por Clarissa Pinkola Estés