Los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares disminuyen mediante la práctica de ejercicio de forma regular
Por Manuel Sotillo Hidalgo *
La evidencia de la relación entre la práctica regular
de ejercicio físico moderado y la salud es irrefutable.
Esta práctica moderada de ejercicio físico, según las
revisiones bibliográficas consultadas, supone una
demostrada efectividad en el fomento de una buena
salud a largo plazo, pues, entre los beneficios que
puede producir cabe citar los siguientes:
Fomenta la sensación de bienestar: incluso un
breve periodo de ejercicio físico contribuye a
desarrollar una sensación de bienestar y una
imagen corporal positiva.
Aumenta la resistencia y refuerza la energía:
la actividad física moderada y regular desarrolla
resistencia y proporciona reservas de energía.
Alivia el estrés y la tensión: el ejercicio físico
reporta efectos psicológicos y fisiológicos importantes
que mejoran el humor y autoestima y reducen
la ansiedad y el estrés.
Fomenta la relajación y el equilibrio mental:
las pruebas demuestran que el aumentar la
resistencia a la fatiga gracias al ejercicio practicado
con regularidad ayuda al individuo a enfrentarse
a situaciones tensas.
Beneficia el control del peso: una dieta sensata y
el ejercicio físico practicado regularmente ayudan
a controlar el peso.
Ayuda a mantener la agilidad y flexibilidad:
la actividad física regular y variada que abarque
distintos grupos musculares contribuye
a la flexibilidad.
Mejora la situación cardiovascular: al mejorar
la condición física, disminuye la frecuencia cardiaca,
mejora la respiración, el riesgo de cardiopatías
coronarias disminuye y es posible reducir
la hipertensión.
Retrasa la aparición de la osteoporosis:
la actividad física practicada de forma regular
contribuye a fortalecer los huesos y reduce la
incidencia de osteoporosis.
En la práctica de ejercicio físico desempeñan
un importante papel varios factores:
. La motivación y confianza en nuestra capacidad
para el ejercicio son los factores que más nos
predisponen para realizar ejercicio físico.
Por el contrario, los factores que nos predisponen
al abandono o la no iniciación en la actividad física
incluyen la falta de conocimiento, la creencia de
que el ejercicio no es necesario y las actitudes
negativas hacia el ejercicio.
. Los factores que más nos habilitan para el
ejercicio físico son una selección flexible
de los objetivos, la posibilidad de aumentar
diariamente la actividad física y a la vez de
realizar sólo ejercicios moderados, menos fatigosos.
Los factores que nos impulsan a una actividad
física continuada son la accesibilidad y facilidades
para la práctica de ejercicio, costes reducidos y
entorno adecuado para el ejercicio físico.
Los factores que refuerzan la disposición para
la actividad física continuada incluyen:
Las experiencias positivas obtenidas con la
práctica de ejercicio que mejoran la
sensación de bienestar;
El apoyo de la familia y cónyuges;
Asesoramiento y recomendaciones formuladas
por los responsables de la vigilancia de la salud;
Los mensajes publicitarios y los medios de comunicación
que muestran de forma positiva el ejercicio físico.
* Médico Consultor Especialista en Medicina Interna.
Mi interés y aportación se centran en el asesoramiento
y orientación diagnóstico terapéutico desde
una perspectiva medico - humanista.
Especialmente dedicado a la detección de la
pluripatología clínica (física, psicológica y conductual)
por Estrés.
Miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna.
Miembro de la Sociedad Española para el Estudio
de la Ansiedad y el Estrés.
Conferenciante. Autor de artículos y publicaciones.
Ponente en congresos autonómicos, nacionales
e internacionales.
Master en Valoración del Daño Corporal y Pericia Médica.
Perito Judicial del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos
de Sevilla.