Querida Mafalda: En este día tan especial me acordé de tu cumpleaños...
¡Como pasa el tiempo! Nacimos en el corazón de un país que soñaba.
¡Cuántas utopías! ¡Cuántos deseos de crecer, de mejorar las cosas!
Nos tocó convivir con un tiempo de hombres creativos: Luther King,
Che Guevara, Juan XXIII, John Kennedy; nos trasmitieron el sentido de
la justicia, el valor de los sentimientos, la maravillosa aventura de
pensar con la propia cabeza....
Ayer me preguntaba por nuestra amiga Libertad, aquella pequeñita
que un día encontraste en una playa, no me acuerdo si era
Santa Teresita o Mar de Tuyú, me acuerdo todavía cuando la
presentaste a tus padres...Era vivaracha y quemadita por el sol de
febrero. ¿dónde vive Libertad? ¿Es verdad que la mataron durante
la dictadura?
Dicen que la torturaron y su cuerpo desapareció en el
Río de la Plata...
Me cuesta pensar que se murieron sus sueños. ¿Y si vive?
¿Estará filosofando sobre la fragilidad de las cosas y el sentido
de la vida?
¿Que fue de Susanita? ¿Se casó? ¿Pudo realizar su
vocación de ser madre? La imagino viviendo en alguna
ciudad de provincia, paseando del brazo del marido
(un hombre bajo y calvo) en una tarde de verano,
contenta con sus hijos y cuidando el primer nieto,
realizada como tantas comunes mujeres.....
Supe de Manolito, que perdió sus ahorros durante el corralito
y no soportó tanta crisis. Los últimos días lo vieron cabizbajo,
mumurando palabras incoherentes, abandonado como
un mendigo en una estacion de trenes, triste y abatido
como tantos.....
Sé que Felipe vive en La Habana, que probó con el cine,
que tiene un taxi y que habla a los turistas de Fidel y de
la revolución con el mismo entusiasmo de cuando vivía
en Buenos Aires....
A Guille, tu hermano, lo escuché tocar, hace poco, en la
Scala de Milano. Vive en Ginebra, nunca se arrepiente de
haber emigrado en los últimos años de Alfonsín, me contó
que es feliz con su nueva pareja....
Y vos, querida amiga, ¿como estás?...Hace tanto tiempo
que no tengo noticias tuyas.
Sé, por otros, que seguís escuchando la radio, que leés
los diarios del mundo, que te duele el Irak como te dolía
Vietnam, sé que trabajas para la FAO por los pueblos del hambre,
que estás indignada por la prepotencia de Bush.
Me llegó tu pedido para juntar medicinas para los
Médicos sin Fronteras, sé que siguen las reuniones en tu casa
de París, que estás confundida, inquieta y preocupada por
el futuro del mundo....
En fin, Mafalda, sé lo suficiente como para saber que
seguís viva, viva en el alma, niña como siempre...
De parte mía sigo escribiendo siempre, renegado porque me
falta tiempo; creyendo, como siempre, en el valor de
la sinceridad, perdiendo oportunidades por manifestar mis ideas.
Algunos días estoy triste y deprimido, pero puede siempre más
la alegría que la tristeza...El mundo no mejoró mucho desde
la época en que vivíamos juntos en nuestra patria.
A veces, cuando miro el globo terráqueo encuentro tu mirada,
pienso en todos aquellos que lo miran como vos, en los ojos
de los que protestan, de los que no se conforman, y de los
que viven en la atmósfera del optimismo y de la justicia...
Esos ojos, junto a los míos, te desean un buen día, querida amiga,
por otros 40 años tan intensos y jóvenes como los que has vivido.
Un beso grande de tu amigo que te quiere como siempre.
Miguelito.
VidaPositiva.com
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