A menudo pasa que hacemos cosas que no están bien.
Ya sean delitos contra la justicia, o si hacemos algo que
nos hace sentirnos mal. Se te queda una sensación de amargura
en el adentro, porque sabes que lo que has hecho está mal.
Sólo los valientes reconocen que han obrado mal, y piden perdón
por lo que han hecho. Y es entonces cuando sienten un gran alivio,
y vuelven a tener el alma en paz.
El hombre comete errores, no es perfecto.
Yo mismo he hecho cosas malas a lo largo de mi vida, pero de todas
las que recuerdo, tuve grandes remordimientos y al final supe obrar
bien, arrepentirme por lo que había hecho, e incluso pedir
perdón si me era posible.
No hay que irse muy lejos para ver que otra vez volví a hacer
algo malo. Falsifiqué unas entradas de cine, y entré con ellas,
cometiendo así un delito. Luego resulta que se enteró la policía y
demás. Los días posteriores tuve, más que miedo, mucho odio hacia mi.
Sabía que lo que había hecho no estaba bien. Me castigaba a
mi mismo por aquello que había hecho. Pero tras unos días de
sufrimiento, supe ver que el hombre no es perfecto, y
que comete errores, comete pecados, pero dios es bondadoso
y sabe perdonarnos estos pecados, y más aun si sentimos
remordimientos y nos enfadamos con nosotros mismos por
lo que hemos hecho.
Si alguna vez hacéis algo malo, es normal que sintais amargura,
e incluso que os enfadéis con vosotros mismos.
Que os sintais mal. Pero yo quiero daros ánimos desde aquí.
Quiero deciros que esto pasa, y que de los errores se aprende.
Y que ya lo dijo Jesús: 'El que esté libre de pecados,
que tire la primera piedra'.
Y ninguna piedra fue tirada
VidaPositiva.com
|