Jerry Porras, Stewart Emery y Mark Thompson explican en su libro El éxito
que perdura las claves para triunfar en su empresa. Según los autores, el éxito perdurable se logra cuando convergen por lo menos tres elementos esenciales en su vida y en su trabajo: el sentido, el estilo del pensamiento y el estilo para la acción.
El primer elemento: el sentido
Lo que hacemos debe importarnos profundamente y tener sentido de acuerdo con nuestra definición personal. Es algo que nos apasiona hasta el punto de que perdemos la noción del tiempo mientras lo hacemos. Es algo para lo cual estamos dispuestos a reclutar a otras personas y que llevaremos a cabo a pesar de las críticas y quizá hasta gratuitamente sin que nadie se entere. De hecho, no podrían pagarnos para que no lo hiciéramos.
'El éxito es cuestión de construir relaciones duraderas y de servir a otro', nos dijo Azim Premji, presidente de la junta directiva de Wipro, en Bangalore, India. Asumió las riendas de esta empresa a los 21 años, tras la muerte de su padre. De ser una compañía que producía grasa hidrogenada para cocinar, pasó a ser una compañía de informática cuyo valor actual ronda los 2.000 millones de dólares.
Cuando se trata de construir un éxito personal y profesional perdurable, '¿no creéis que un buen punto de partida es construir una relación importante y duradera con uno mismo en lo referente a las cosas que verdaderamente nos importan?', nos preguntó Premji.
El segundo elemento: el estilo de pensamiento
Un sentido acendrado de responsabilidad, audacia, pasión y rendición de cuentas. Steve Jobs nos dijo en una entrevista antes del lanzamiento de la campaña publicitaria en la que usó por primera vez el eslogan Think different: las personas de éxito perdurable 'piensan de forma diferente'. Claro que poseen talento, y algunas incluso son geniales, pero también tienen un estilo de pensamiento que les sirve de puntal para sus logros especiales.
Tal como dijo Gerard Kleisterlee, 'cuando uno logra estructurar el pensamiento alrededor del propósito de crear valor real, y el pensamiento se mantiene centrado en las cosas que se consideran importantes para crear ese valor a pesar de todas las distracciones, las crisis y la complejidad que se vienen encima por todas partes..., puede decirse que uno tiene suerte pues tiene un modelo sostenible', tanto para la vida como para el trabajo.
Kleisterlee es presidente de la junta directiva y director ejecutivo de Royal Philips Electronics, una compañía holandesa con más de 160.000 empleados en 60 países, y ventas por más de 37.000 millones de dólares en el año 2005.
El tercer elemento: el estilo para la acción
Las personas que alcanzan el éxito perdurable encuentran la manera de actuar eficientemente. Esto naturalmente no es nada nuevo, pero en realidad hay más detrás del estilo para la acción de lo que puede descubrirse a simple vista. Muchos constructores de éxito perdurable nos hablaron de los momentos en que tuvieron una idea perfectamente clara del sentido, pero les era casi imposible hacer algo, convertirlo en acción. Es importante tener una noción clara del sentido pero no permitir que se traduzca en parálisis.
Cuando uno concibe algo verdaderamente esencial y que parece ideal o quizá perfecto para uno, a veces es como 'un pastel perfectamente decorado, demasiado hermoso para comerlo', nos dice Alice Waters, dueña de restaurantes y pionera en el arte de la cocina orgánica, quien está decidida, a través de una iniciativa denominada Edible Schoolyard, a cambiar el mundo bocado a bocado.
Toda persona que tiene 'la idea perfecta de lo que debe hacerse y de lo que verdaderamente importa' también sabe que el resultado de llevar a la práctica esa idea quizá 'nunca sea tan perfecto como la imagen que tiene en la cabeza', nos dijo Waters. Esto sucede porque al pasar del pensamiento a la acción, el idealismo y la belleza corren peligro: 'En la traducción puede perderse alguna parte del sueño'.
En última instancia, 'es cuestión de sentir placer con el trabajo mismo. Eso es algo que casi hemos olvidado completamente. La cualidad de amar el trabajo es uno de los valores más importantes que podemos enseñar a los demás', concluyó Waters mientras miraba con aprobación a los talentosos chefs que cortaban, revolvían y agitaban entusiasmados los ingredientes del almuerzo en su premiado restaurante Chez Pannise. Parecían escultores concentrados en construir obras de arte en cada plato.
'Debe hacerse algo porque vale la pena, aunque el resultado no sea tan perfecto como la fantasía original', sentenció Jack Jia, quien 'no tenía en su haber más que una cabeza llena de sueños' cuando era niño, en Chengu, provincia china de Sicuani. En la actualidad es dueño de varias empresas, presidente de la Asociación Hua Yuan para la Ciencia y la Tecnología y fundador y director ejecutivo de Baynote.
'Si uno deja de hacer algo en lo que cree, la mente no le deja en paz. El tormento es permanente. Si es algo que realmente vale la pena, más vale poner manos a la obra a pesar de los problemas que todo nuevo desafío entraña. Todo lo que uno aprende, todo lo que uno crea, trae consigo dificultades de uno u otro tipo, pero si uno procede con los ojos bien abiertos, con disciplina, cada emprendimiento nuevo es mejor que el anterior'.
Así son las cosas, sencillamente, tal como lo dijeron los constructores de éxito perdurable infinidad de veces: 'Es cuestión de echar a andar y hacer eso que realmente le importa a cada uno'.
Fuente: http://www.eleconomista.es
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