Madre de todas las madres
«¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo»...
«No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Jesús;
Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo.
El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre
y su reino no tendrá fin.»
(San Lucas 1,28.30-33)
Cómo María, has recibido una noticia grande. No fue un doctor con cara de ángel quién te lo dijo sino un frío resultado de laboratorio o una tibia prueba de farmacia. Aunque siempre lo soñaste no soñaste que fuera así. ¿recuerdas cuando jugabas a ser mamá desde muy pequeña? Aún se ve en aquel rincón la muñeca que hacía las veces de tu hija.
Tienes miedo. Dejarás pasar unos días antes de contarlo. ¿Qué dirán tus padres?. ¿Y tu prometido? Ha salido corriendo al enterarse. Tampoco el pobre sabe qué hacer. Te has quedado sobrecogida con la noticia. Dentro de ti sientes una extraña mezcla alegría y miedo... Un hijo . ¿Cómo enfrentar esto? ¿Qué dirán las vecinas y parientes? ¿Qué pensarán de mí? ¿Me aceptarán?. No eres la primera en hacerse todas esas preguntas. Santa María también se las hizo. ¡De veras! Tampoco fue fácil para Ella.
No temas, María.
Mira. Abre los ojos de tu alma y mira los ojos de María. Pon tus manitos entre sus manos puras. Ella está a tu lado aunque te sientas sola. Pues Ella también estuvo sola al principio. Ella no te abandonará aunque todos te abandonen, pues Ella también conoce de incomprensiones y abandonos... Ella te defenderá en la prueba y defenderá a tu hijo, pues Ella también sufrió la persecución de quienes querían matarlo.
¿Lo ves? Ya no estás sola. Estás con Santa María, que como tú, quedó embarazada muy jovencita, aún no estando casada . que como tú temió quedar sola con todo, pues su prometido quiso dejarla. que como tú, sabía que todo un sistema se preparaba para que el niño muriera como si un bebé fuera una amenaza o el responsable de algo. Shhh. Tranquila . No escuches a tus miedos. ¡No escuches al mundo pues el mundo tiene más miedos que tú y no sabe ni siquiera porqué!... No escuches a los que no tienen más respuestas que la muerte. Pobres . Como a Herodes, la historia los recordará con la misma vergüenza.
Darás a luz un hijo.
Solo escucha a mamita María y repite con Ella y con tu Angel de la Guarda: No hay nada imposible para Dios.. No hay nada imposible para Dios. . Tú eres madre como Ella ¿Acaso crees que no oirá tus ruegos? Saca del manantial de amor de su Corazón Inmaculado, todo el amor y la fuerza que necesitas para enfrentar al mundo y defender a tu pequeño hijo con la misma e inclaudicable valentía con que de niña defendías a tu muñeca... Hay muchos que como María están dispuestos a ayudarte y no dejarte sola. Déjate ayudar y escucha a los que aman a tu bebé y te aman a ti. Ellos aman la Vida y solo tienen palabras de vida. Las mismas que tú tienes ahora.
Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo.
¡Ánimo! Tu hijo necesita de tu amor y Dios confía en ti. Aférrate a tu Madre Santa María y conságrale el niño que llevas en tu vientre.
Que se haga en mí como tú has dicho.
Ya verás, ¡te lo prometo! Tu hijo, como Jesús, reinará en tu casa y tu alegría no tendrá fin.
d/a