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Foto: Marc van der Aa |
Nunca conseguiré que mi amigo Petru Marcel me exponga su ecuación. - Los aviones no vuelan. Es la pura verdad. Nadie quiere profundizar, pero es evidente. Basta con ser consecuente con los números.
Agazapado en su respaldo, temblando, suspendido de forma imposible sobre alas insuficientes Petru Marcel era la estampa del desamparo, hasta que el aeropuerto de Barcelona nos rescató de la falacia de volar.
- Estamos salvados, otra vez. Podremos dar nuestra ponencia. -dije cuando los motores callaron.
Ingeniero, 'hombre ecuacional', Petru Marcel sólo habla desde la prueba del nueve.
- Los aviones no vuelan. No se apoyan sobre el aire, sino sobre el convencimiento, la duda o tolerancia de los pasajeros. Bastaría una voz lúcida que, con toda franqueza dijera que 'esto es imposible', para que todo se viniera abajo. Esto es así, Enrique, créeme. El hombre empezó a volar cuando se hizo tecnológico, cuando admitió como normales cuestiones imposibles. Carga el avión de mujeres y hombres medievales e intenta despegar.
Delante del zumo inevitable de naranja del aeropuerto sonsaco a Petru Marcel sobre la fórmula que conjugando inconsciencia, peso y rozamiento puede mantener en el aire edificios de metal.
- Los aviones, como la paloma de Kant que, cansada del rozamiento pretendió volar en el vacío, desconocen las leyes de su propio vuelo. Inconscientes, despegan porque cuando lo intentan no saben que es imposible. Alguien que probara la imposibilidad dejaría todos los aviones en tierra, porque la fe puede ser desde la inconsciencia, nunca desde la certeza. No lo diré nunca. ¿Quién iba a impartir nuestros seminarios?
Y medio en broma, en las visitas a las empresas, mirando alrededor nos miramos de reojo y le pregunto, ¿Y esta organización? ¿Vuela? ¿Qué resultado arroja la relación entre la confianza, la inconsciencia o el entusiasmo, el peso y rozamiento? Con gravedad, Petru Marcel, pontifica:
- Imposible. Demasiado rozamiento.
O bien. - Mucho peso, pero se compensa con la inconsciencia o el entusiasmo.
O bien. - No. Alguien tiene la certeza de que el vuelo es imposible.
Es probable que no esté en lo cierto pero yo, cada vez que tomamos tierra, miro a Petru Marcel, y le agradezco que nos salve a la vida, a mí y a mis compañeros inconscientes de la falacia, a sabiendas de que la fe desde la certeza es el mayor esfuerzo exigible a un ser humano.
Enrique Bravo Escudero *
* Enrique Bravo es doctor por la Universidad de Granada y licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla. También es Master en Bioética y profesor de bioderecho en dicho master. Después de diez años en el análisis y desarrollo de soluciones informáticas en Recursos Humanos, pasa a desempeñar puestos directivos en Desarrollo de Personas. Experto en el modelo de Gestión por competencias. Ha realizado una actividad docente en diversos centros de estudio sobre Teoría de las Organizaciones y desarrollo profesional. Autor de artículos sobre relaciones laborales y colaborador habitual de capitalemocional y liderazgo y mercadeo.
Fuente: http://www.capitalemocional.com
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