Investigación en la UBA / Los estudios arrojan luz sobre el
desarrollo de tumores
Descubren
por qué cesa la lactancia
El
estiramiento del tejido que resulta de la acumulación de leche desencadena un
proceso de involución
Ana Quaglino y Edith Kordon, en su laboratorio de la Facultad de
Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Susana Gallardo
Para LA NACION
Cuando
una mujer deja de amamantar a su hijo, sus glándulas mamarias detienen la
producción de leche y, lentamente, vuelven al estado previo al embarazo; es
decir, involucionan. Pero ¿qué es lo que desencadena ese proceso? Un equipo de
investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad
de Buenos Aires (UBA) ha mostrado que el estiramiento en las células mamarias
debido a la acumulación de leche es lo que inicia el proceso de involución.
"El
estrés mecánico juega un rol relevante en los hechos que conducen a la
involución mamaria luego del destete", afirma la doctora Edith Kordon,
investigadora del Conicet y docente en la FCEyN. El artículo, que se publicó en
la revista BMC Cell Biology , está firmado también por Ana Quaglino,
Marcelo Salierno, Jesica Pellegrotti y Natalia Rubinstein.
El
embarazo y la lactancia implican un hiperdesarrollo de la mama, pero, luego del
destete, ésta vuelve a su estado anterior mediante un proceso de muerte celular
y reacomodamiento de los tejidos. En estudios previos, los investigadores
habían encontrado que ciertas sustancias (citoquinas) desencadenaban el
proceso, pero no se sabía cómo se disparaba la producción de esas sustancias.
"Nuestra idea era que la leche, al quedarse adentro, distiende el tejido,
y ese estiramiento inicia una cascada de eventos que llevan a la
involución", señala Kordon.
Para
confirmar la hipótesis, los investigadores desarrollaron un dispositivo donde
colocaron células mamarias de ratón, que crecían libremente y luego eran
sometidas a un estiramiento. "El efecto mecánico fue un estímulo
suficiente para que las células produjeran sustancias que favorecen la
involución", afirma Kordon.
El
estiramiento de las células también genera reacciones en los músculos y en el
corazón cuando se produce una sobrecarga. La diferencia es que, mientras que en
la mama el proceso lleva a la muerte celular, en el corazón conduce a la
hipertrofia.
Relación
con el cáncer
El
interés en estudiar la involución mamaria se debe a que este proceso ha sido
asociado al cáncer, pues se vio que, en ese reacomodamiento de tejidos, las
células mamarias muestran una reacción fisiológica parecida a la de una célula
tumoral.
En ese
proceso se activa una proteína que se conoce como STAT 3, que dispara la muerte
celular, pero también aparece activada en el cáncer de mama. "Resulta
curioso que la involución, en la que predomina la muerte celular, tenga tanto
en común con el cáncer, en el que prevalece la proliferación", indica
Kordon. "Parecería que en algunos casos la proteína STAT 3, en lugar de
producir la muerte celular, favorece la proliferación y malignización",
sugiere.
En la
involución mamaria también aparecen unas enzimas denominadas metaloproteasas,
que degradan proteínas y participan en la metástasis, porque rompen la matriz
que rodea a las células tumorales, facilitando su migración e invasión a otros
tejidos. Por este motivo, si al terminar la lactancia hay en la mama algunas
células con cierto grado de malignización, el proceso de involución puede
aumentar su peligrosidad al incrementar la capacidad invasiva de las células.
Durante
el embarazo, cuando la mama empieza a crecer, el epitelio se desarrolla y los
adipocitos (las células de la grasa) se retraen. Luego del destete, cuando el
epitelio muere, los adipocitos vuelven a ocupar gran parte de la glándula. En
ese momento actúan las metaloproteasas que participan en la ruptura de la
membrana basal que rodea al epitelio. De este modo, se produce un remodelado
del tejido y revascularización, parecido a lo que sucede en la cura de las
heridas, durante el cual se generan muchas proteínas vinculadas a la
inflamación.
Pero
¿las mujeres que amamantan a sus hijos no están más protegidas contra el cáncer
de mama? "El embarazo a término ejerce un efecto protector a largo plazo y
la protección es mayor cuanto más joven la mujer haya tenido su primer
hijo", indica Kordon, y explica: "Las células cancerosas son
indiferenciadas. Si el tejido está forzado a diferenciarse por la lactancia,
está más protegido. Sin embargo, se ha observado que en los primeros cinco años
luego del parto hay un incremento relativo en la incidencia del cáncer de mama.
Este factor de riesgo, que no varía con la edad, se debería a la involución
mamaria, que ocurre aunque la mujer no amamante".
Dado
que actualmente muchas mujeres tienen su primer hijo a edad más avanzada, a
nivel poblacional se observa que la protección del embarazo es menor y, por lo
tanto, el riesgo generado por la involución aumenta en forma relativa.
"Nuestros
estudios sobre la importancia del estrés mecánico sugieren que puede ser
recomendable un amamantamiento prolongado con un destete paulatino. De esta
manera, se reduciría la intensidad del estrés mecánico que genera la
acumulación repentina de leche dentro de las mamas cuando hay un destete
abrupto", concluye Kordon.
Centro
de Divulgación Científica, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA.
Loli