A veces, cuando los días
se tornan pardos o grises, necesitamos de los verdes, rojos o azules
para colorear la vida.
Las flores nos aportan esa chispita de vida y ese toque de
alegría que sólo sus brillantes pétalos saben dar. Nos hablan y nos
miman desde sus quietos lugares, siempre dispuestas a mostrarse
orgullosas de su propia belleza.
Azul para la amistad, amarillo
para la alegría, blanco para la armonía y la pureza, rojo para la
pasión…
Un color, un significado y
tantas sensaciones.
El lenguaje de las flores.
Su lenguaje.
Las necesitamos, para
despertarnos, para creer en nosotros mismos, para levantarnos más
fuertes, para clarificar nuestros pensamientos, para relajarnos, para
apreciarnos un poco más, para respetarnos. Porque en su belleza
radica su fuerza: la misma que nos aporta desde su calma.
Ábrete a la vida como ellas
mismas hacen cada día.
Muéstrate.
Sé tú mismo.
Y enorgullécete de ser quien
eres.
Olvida tus miedos, porque dentro de tí siempre hay
algo bello.
No estás sólo.
No eres ningún bicho raro.
Grítatelo cada día hasta que te convenzas, porque
tú,
como cada flor, eres particular… y único.
***Desconosco su
autoria**
Un domingo super feliz...besitos
LOLI
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