Ternura
Me trato con ternura.
Un recién nacido necesita de un cuidado tierno y amoroso. Como creación de Dios, me trato con gentileza y ternura. Si me siento abrumado o ansioso, decido verme como un recién nacido o un niño inocente, y me pregunto: "¿Qué necesito?"
Quizás necesite un momento de solaz, algo que comer o una siesta. Puede que necesite caminar y estirar las piernas, tener una conversación con un amigo o pasar unos momentos en el silencio de la presencia de Dios. Presto atención a mi intuición, y sé qué hacer. Tomar tiempo para ser benévolo y considerado conmigo mismo demuestra que me valoro. Tengo presente que soy una creación valiosa de Dios, digna de amor y cuidado.
Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.--Mateo 11:29 |
| |