Mi querido amigo Ricardo:
Antes de leer el mensaje de nuestra querida Lais, sobre el problema que te aqueja,
yo había preparado estas firmitas por tu linda participación en nuestra amada casita,
por tu buen humor y los lindos y ocurrentes mensajes que envías: la verdad: ya eres
de nuestra familia, por lo menos así te considero yo, y creo que las otras amigas también.
Tiene razón nuestra Lais al hacerte esos mimitos: ¡no hay nada mejor que el cariño de un amigo o amiga para aquietar nuestro corazón e infundirle ánimos y ganas de superar las dificultades!!!
Yo te deseo el mayor de los éxitos, pero deja que fluya sola la solución: el tiempo
lo marca Dios y Él sabe mejor que nadie lo que debe suceder. No apresures las cosas...
Para la próxima dime si te gustan más las firmas con tu nombre o con tu nick.
¡¡¡Con todo mi cariño de madre y abuela te digo que
te queremos mucho, tierno amigo!!!
¡¡¡Arriba ese ánimo!!!
¡¡Y recuerda que siempre te esperamos!!!