Un tipo va pasando por enfrente de un manicomio y oye a los locos que gritan:
- ¡¡¡Ocho, ocho, ocho, ocho!!!
El tipo se pregunta por qué los locos gritan tanto "ocho"; entonces se sube a la pared del manicomio y cuando asoma la cabeza, le pegan una pedrada en toda la frente y empiezan los locos a decir:
- ¡¡¡Nueve, nueve, nueve, nueve!!!