MENSAJE ESPIRITUAL.
Tu, Señor, eres…el centro
En el centro de la rueda,
Tú Señor, eres el eje.
En el centro de la historia,
Tú Señor, eres la página central.
En el centro de la humanidad,
Tú Señor, eres el corazón.
En el centro de la Iglesia,
Tú Señor, eres su cabeza.
En el centro de la vida cristiana,
Tú Señor, eres su motor.
En el centro de la caridad,
Tú Señor, eres su empuje.
En el centro del amor,
Tú Señor, eres la razón para regalarlo.
En el centro de la alegría,
Tú Señor, eres la fuente que la ofrece.
En el centro de la fortaleza,
Tú Señor, eres el secreto que la produce.
En el centro de la fe,
Tú Señor, eres su razón.
En el centro de la Eucaristía,
Tu Señor, eres quien la hace real.
En el centro de la oración,
Tú Señor, eres quien la hace verdadera.
En el centro de la verdad,
Tú Señor, eres quien la hace buena.
En el centro de la humildad,
Tú Señor, eres quien no la hace falsa.
Tú, Señor, por ser Rey conoces nuestro vivir,
de qué madera está construido el hogar de
nuestras almas,
por dónde vamos y por qué y por quién nos
movemos.
Haz, Señor, que –como amigos tuyos–
podamos seguir caminando hacia ese Reino,
de paz y de justicia, de verdad y de gracia,
de alegría y de esperanza.
Que, lo comenzamos a levantar y conquistar en
la tierra,
pero lo viviremos y disfrutaremos eternamente
en el cielo.
¡Entonces cara a cara, si que te veremos, gran
Rey!
Javier Leoz
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