Sonríe a los rostros solitarios.
Sonríe a los rostros enfermos.
Sonríe a los rostros arrugados de los ancianos.
Sonríe, hasta que logres que el calor de tu rostro alegre,
caliente tu corazón que tiende a ser frío.
Tu sonrisa te abre muchas puertas, allana las dificultades
y hasta puede obtenerte excepcionales favores.