Un buen padre es lo mas bello, que un hijo puede desear, es alguien que sabe exigir, pero al mismo tiempo amar.
Padre amigo y confidente, buenos por naturaleza, nos señalan el horizonte, dando animo y fortaleza.
Para aquel hijo que sufre, es un refugio seguro. Escucha y alienta siempre, en las derrotas de la vida.
Si en un momento lo pierdes, en tu mente nunca muere, su recuerdo y enseñanzas te guiarán y darán confianza.
Tercer domingo de junio, le dedicas un día al año, ellos te dan toda la vida, sin pedirte nada a cambio.
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