En silencio siempre has estado, a la espera de una dulce compañía, desnuda tu alma tiernamente, como se desnuda el tallo de una rosa, deja que el amor la cubra, y accede sin temores libremente, a ser amado por tu diosa.
En silencio siempre has estado, a la espera de una dulce compañía, entrégate en una noche de luna, y acaricia con deseo su hermosura, no le pidas a la noche el amor soñado, pídele a la luna ser amado con locura.
En silencio siempre has estado, a la espera de una dulce compañía, disfruta de tu sueño añorado, siente el palpitar de tu corazón emocionado, vive con la inocencia de un niño mimado, con la locura de un adolescente enamorado, y la firmeza de un hombre apasionado.
En silencio siempre has estado, a la espera de una dulce compañía, siente el amor correr por tus venas, a la ternura revolotear por tu cuerpo, al aire acariciar tu piel, y dibuja en tu rostro una sonrisa, que la pasión en tu alma vivirá sin prisa.