y otro muy negativo.
En Navidad solamente podria darle un regalo a
uno de ellos y penso:
-No se que hacer. ¿A cual de los dos he de regalar?
Los pondre a prueba a ambos.
Asi lo hizo y compro una bicicleta y la puso en la puerta del
cuarto del hijo negativo y consiguio excremento de
caballo y puso en la puerta del hijo positivo.
En la noche de Navidad, el hijo negativo miro hacia la entrada
de su cuarto y vio la bicicleta. Y reclamo a su padre:
-Me has dado una bicicleta, yo no se conducirla y
seguramente me golpeare.
En ese momento el hijo positivo paso corriendo, su padre
penso que se habia enojado y dijo:
-¿Que te pasa? ¿Por que corres?
A lo que el otro hijo contesto:
¡Gracias papa! ¡Ando buscando el caballo que me compraste!
Aunque algo exagerada, esta historia nos muestra a
dos tipos de personas.
Primero, aquellas que sin importar cuanto reciban,
siempre encuentran la forma de ignorarlo,
criticarlo o despreciarlo, sin contemplar a muchos menos afortunados.
Este es el tipo de personas que se enoja cuando debe
subir unas escaleras, sin pensar que miles desearian tener
sus piernas sanas para poder subirlas mil veces.
Por otro lado, aquellos que ven siempre lo bueno que reciben,
agradeciendo por cada respiro, cada latido de su corazon.
¿Cual de los dos eres tu? ¿Agradeces por todo lo que recibes?
¿O simplemente lo ves como algo que paso?
En la historia el hombre no tenia dinero, pero en la realidad
puedes recibir todo lo que necesitas si eres agradecido,
sincero, humilde y lo mas importante, obediente.
desconozco/autor