Gracias madre porque tú me diste la vida al transformarme en una semilla que
fue esparcida por
el viento hasta caer al suelo, donde encontré tierra húmeda
y fértil que alimento
mis raíces y broto mi tallo sobre la superficie del suelo.
Con la ayuda de
los rayos del sol, el aire, la temperatura. Me empezaron a salir mis hojas,
después me brotaron muchas ramas y con el paso del tiempo mi piel
se hizo muy fuerte protegiéndome de los cambios de clima, las enfermedades y las plagas.
Mi madre me comentó que mis hojas secas que cayeran al suelo
me iban a servir de alimento, además iban a mantener la humedad y
protegerían a millones de microorganismos.
Mi madre me dijo que mi crecimiento seria lento y que iba a necesitar
de muchos cuidados, pero que algún día yo me convertirá en un árbol muy alto
y frondoso que produciría miles de flores, frutos y semillas.
Mi madre me informó que mi misión en esta vida no solamente era la de nacer,
crecer, reproducir y morir. Si no que yo tenía más funciones que realizar.
Como regular el clima y la temperatura, generar aire puro, ayudar
con la transpiración de mis hojas y la evaporación del suelo a generar lluvias.
Y que el agua de lluvias que yo capturara obtuviera la necesaria y la
otra la filtrara en mi suelo para crear ríos subterráneos, estos ríos
servirán de almacenamiento de agua donde nacerán los lagos y las lagunas
y otros manantiales que servirán de abastecimiento de agua para todos
los seres vivos de nuestro planeta.
Mi madre me dijo que otra de las funciones que yo realizaría es la
proteger de los fuertes vientos a mucha vegetación existente a nuestro alrededor
y a todas las ciudades como si fueras una muralla o barrera rompe vientos.
Y que mis ramas iban hacer la casa de muchos animales como aves e insectos
estos van a comer de tus frutos y semillas y propagaran tu especie por muchos lugares.
Mi madre también me informo que mi sombra serviría para proteger del
sol al ser humanos y a muchos otros animales que descansarían en ella.
Además con ella crearía un ambiente agradable de temperatura para
millones de especies microscópicas. También ella me dijo que yo
serviría para evitar la erosión de los suelos causador por los vientos, y las lluvias.
Mi madre me comento que a todo lo anterior se le llama equilibrio ecológico
y que esta era mi principal misión en esta vida. Pero que mi ciclo no
iba a terminar ahí¬ ya que yo iba a beneficiar a un más a los seres humanos
con la transformación de mi madera que tiene mucho usos como: postes
de luz, casas y cabañas de madera, mesas, sillas, camas, roperos,
closet, gabinetes, puertas, ventanas, escaleras, cercos, puentes, leña, carbón,
cajas de empaque, tarimas, Triplay, hojas de tablacel, celulosa para
hacer papel y cartón, resinas para hacer solventes como el aguarrás y
el thinner, artesanías,, molduras, lápices y muchos otros usos mas,
generando con esto miles de empleos los cuales crean sociedades entre las gentes.
Mi madre empezó entristecer y a llorar y me comentó. Que el ser humano
no estaba haciendo lo correcto y que estaba destruyendo su mundo,
ya acabo con la mitad de sus bosques, la mitad de su agua dulce,
ya desapareció a varias especies de plantas y animales,
está contaminando su aire, y envenenando la poca agua que le queda, está alterando el clima.
Mi madre se fue recuperando poco a poco y me dijo, hijo a un es tiempo el
ser humano es el único que nos puede salvar, pero tiene que ser ahora y no mañana.
El hijo le dijo a su madre “¿y cómo nos puede ayudar?”. Primeramente tiene
que concientizarse que el no es solo en este mundo y que él es parte
de la naturaleza. Además es el único ser razonable que puede educar a
sus hijos a temprana edad. Enseñándolos a sembrar y cuidar a los
árboles y todo lo que mire a su alrededor.
Mi madre por ultimo dijo señores sin bosques no existe agua, y sin agua
no existe vida. Ya que los bosques ayudan a sustentar la vida de
nuestro planeta. A lo que yo le respondí gracias madre naturaleza por darme la vida.