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El Evangelio de Hoy SABADO 23 DE ABRIL DE 2011
Sábado Santo de la Sepultura del Señor
¡Bienvenidos Hermanos y hermanas en Cristo Jesús!
Nos hemos reunido para leer la Palabra y alimentarnos de Cristo
que fortalece nuestra vida y nos compromete a vivir
y a llevar una vida Espiritual llena de amor y paz.
"El Señor esté con ustedes".
Con alegría leamos la palabra.
“Habla, Señor, que tu siervo escucha”.
“Señor, creo que en las Sagradas Escrituras que voy a leer
se contiene Tu Santa Palabra.Haz que la escuche con todo respeto y amor.
Ilumina mi mente para que por medio de ella yo conozca
Tu Santa voluntad, y mueve mi corazón para que yo cumpla con fidelidad
lo que Tú quieres de mí.Espíritu Santo, ilumina con Tu luz mi cabeza
y enciende mi corazón para que la palabra de Dios
pueda entrar y quedarse siempre en mí, para conocer por medio
de Tu Palabra, tu Divina Voluntad,lo que puedo y debo hacer,
lo que debo y puedo modificar,y que no depende de mi cambiar.
Como debo conducirme en los acontecimientos de la vida.
Señor, aquí tienes mi corazón abierto,
dispuesto a escuchar Tu Palabra con corazón sencillo
y con la voluntad decidida para obedecerle.
En Ti esta la luz y la salvación.
Amen y Amen
Primera lectura
Exodo 14,15-31.15,1.
Después el Señor dijo a Moisés: "¿Por qué me invocas con esos gritos? Ordena a los israelitas que reanuden la marcha. Y tú, con el bastón en alto, extiende tu mano sobre el mar y divídelo en dos, para que puedan cruzarlo a pie. Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar detrás de los israelitas. Así me cubriré de gloria a expensas del Faraón y de su ejército, de sus carros y de sus guerreros. Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros". El Angel de Dios, que avanzaba al frente del campamento de Israel, retrocedió hasta colocarse detrás de ellos; y la columna de nube se desplazó también de delante hacia atrás, interponiéndose entre el campamento egipcio y el de Israel. La nube era tenebrosa para unos, mientras que para los otros iluminaba la noche, de manera que en toda la noche no pudieron acercarse los unos a los otros. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el mar con un fuerte viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar en tierra seca. Las aguas se abrieron, y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una muralla a derecha e izquierda. Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus guerreros, entraron detrás de ellos en medio del mar. Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos. Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra, haciendo que avanzaran con dificultad. Los egipcios exclamaron: "Huyamos de Israel, porque el Señor combate en favor de ellos contra Egipto". El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios, sus carros y sus guerreros". Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. Los egipcios ya habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, y el Señor los hundió en el mar. Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó. Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los cadáveres de los egipcios que yacían a la orilla del mar, y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto. El pueblo temió al Señor, y creyó en él y en Moisés, su servidor. Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor: "Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos y los carros.
Libro del Exodo 15,1b-2.3-4.5-6.17-18.
Entonces Moisés y los israelitas entonaron este canto en honor del Señor: "Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos y los carros. El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza. El Señor es un guerrero, su nombre es "Señor". El arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo. El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar. Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza, tu mano, Señor, aniquila al enemigo. Tú lo llevas y lo plantas en la montaña de tu herencia, en el lugar que preparaste para tu morada, en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos. ¡El Señor reina eternamente!".
Meditación
La libertad es un regalo precioso que ofrece una experiencia de liberación y la sensación de que no hay límites, ¡como si la tierra, los cielos y los mares estuvieran a nuestro servicio!
Los conceptos de libertad y de liberación han fascinado a los seres humanos. Una de las mayores aspiraciones en el mundo de hoy en día es ser libre. Las personas desean la libertad de llevar una vida llena de propósitos, de poder elegir libremente un estilo de vida en el que ellos y sus hijos puedan crecer de forma saludable y prosperar con el trabajo de sus manos, mentes y corazones. Quieren hacer lo que les plazca, ir donde les apetezca y disfrutar de los derechos y privilegios sociales, políticos y económicos. En resumen, ¡quieren tener la libertad de elegir, de arriesgarse y de triunfar!
SALMO RESPONSORIAL 117. R/.Aleluya, aleluya, aleluya. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. R.
SEGUNDA LECTURA.
Romanos 6,3-11.
¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos identificaremos con él en la resurrección. Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado. Porque el que está muerto, no debe nada al pecado. Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
Meditación
Pablo hace énfasis en una intima relación con Cristo. Para estar "en Cristo Jesús" tenemos que ser uno con Él. Se nos recuerda en Romanos 6:3-11 donde Pablo hizo hincapié en esta unión con Cristo, en virtud de Su muerte, sepultura y resurrección. Nosotros morimos al pecado y hemos sido resucitados en la nueva vida en Cristo. Cristo es exaltado a la diestra del Padre y nosotros compartimos Su vida. Estamos sentados con él en los lugares elestiales. "Los que están en Cristo Jesús, pueden llevar la consagrada, la crucificada, la bautizada vida", "Nosotros somos perdonados, somos libres de la antigua ley del pecado y la muerte (7:7-24), nosotros somos capaces con la ayuda del Espíritu Santo para vivir la vida nueva en Cristo." Dios condena nuestro pecado en Cristo Jesús, a fin de que Su justicia pueda aparecer en nosotros. Nosotros tenemos este estatus de "no condenación" delante de Dios el Padre, porque nuestro pecado fue condenado y ejecutado en Cristo. Dios podría por lo tanto declararnos justos porque nosotros estamos vestidos en la perfecta justicia de Cristo (2 Cor. 5:21). Dios declara que "no hay condenación" Él condenó a Su Hijo como nuestro ofrecimiento de pecado, y desvió la ira de Dios. Sólo Dios en la persona de Su Hijo Jesucristo, podría convertirse en una propiciación, y girar la ira de Dios lejos de nosotros.Como ocurre con todas las cuestiones vitales con la salvación, una persona es salvo o perdido, es un creyente o un incrédulo, salvos por la gracia mediante la fe o por las obras, condenado o justificado. Usted no puede tener ambas cosas. Este es un acto de Dios sobre la base del sacrificio expiatorio de la muerte de Jesucristo. Aquellos que están "en Cristo" no están bajo condenación. Los que no están "en Cristo" están bajo la condenación de la ley y esperan la ejecución de la ira de Dios.
El Evangelio de hoy
San Mateo 28,1-10.
Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Angel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos. El Angel dijo a las mujeres: "No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, y vayan en seguida a decir a sus discípulos: 'Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán'. Esto es lo que tenía que decirles". Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos. De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él. Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".
Reflexión
La noche en que veló el Señor para sacarlos de la tierra de Egipto
El evangelio de Mt 28,1-10 nos recuerda: “Pasado el sábado, el primer día de la semana, muy temprano fueron a visitar el sepulcro, María Magdalena y otra María”. Mateo, toma distancia del Antiguo Testamento. Cristo es el primer nacido. Es la nueva creación. Porque ha vencido a la muerte de la injusticia para dar paso a la vida.
Es la fiesta del fuego nuevo, Cristo es la luz que disipa las tinieblas de la muerte. Nos ilumina con su Palabra de Vida y nos da una nueva vida con el agua que recrea un corazón y un espíritu nuevo, para culminar en la celebración eucarística. Cristo es la luz de la vida. La Iglesia entera despierta a la alegría de la vida: El Señor ha resucitado. Ya no está más entre los muertos. El irá a tu encuentro. El anuncio de la resurrección ha provocado el pánico entre sus enemigos. La verdad ha triunfado sobre la mentira. Es como si hoy, quisiéramos ignorar a los miles de muertos en nuestro país, o en otros países de América Latina y el Caribe: las comisiones de la verdad, han sacado a la luz, las muertes inhumanas y cruentas. Las fosas y sepulcros han sido abiertos, para que aprendamos a tomar conciencia del don de la vida, para que la muerte jamás se repita, sino triunfe la vida y la verdad. Es la experiencia de aquel que ha dicho: “Nadie me quita la vida. Soy yo quien la da”.
El evangelio de Mateo, toma distancia del Templo y de Jerusalén. El irá a Galilea, lugar de misión y de envío para indicar que algo nuevo ha comenzado. Es la alegría de experimentar que los cristianos amamos y defendemos la vida como don de Dios. Que la conciencia cristiana nos remite al bautismo como muerte al pecado, a lo viejo e insano en las estructuras sociales y en nuestra vida personal, para revestirnos de una vida nueva, considerándonos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús” (Rom 6,3-11)
Sí, creemos que Cristo ha resucitado, cuando luchamos contra toda injusticia que causa la muerte: la violencia familiar y social, la desnutrición, el atropello contra la libertad de expresión, la tala de árboles, la contaminación del ambiente. Cuando nos situamos junto a los crucificados de este mundo. Cuando contagiamos alegría y esperanza: un mundo nuevo es posible, si todos cooperamos con el proyecto de vida, somos testigos del Señor de la vida.
Señor: trae a los sacerdotes, pastores ,predicadores y religiosos, y sumérgelos en el mar de la misericordia.Jesus misericordiosisimo,de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que esta en el cielo.
.“Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.” Padre lleno de amor, tú que te complaces en la misericordia y no te dejas ganar en generosidad y compasión, perdona siempre nuestras faltas y todo aquello con lo que herimos a tus hijos alejándonos así de tu casa y de tu mesa, así, con la luz de tu Espíritu Santo reconoceremos que tu amor es más grande que nuestras faltas y volveremos a ti con un corazón contrito y humillado. Gloria y alabanza a ti, Señor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.Amen,y Amen
* Te agradecería compartieras con tus amigos este mensaje. Con el mayor de mis respetos. Saludos y Dios los Bendiga. *
GRACIAS POR TU AMISTAD
FELIZ DIA.
Hermes Sarmiento G
De Colombia
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