EL RESENTIMIENTO
Es un dolor bajito... que duele más
mientras más escondido lo tengas.
No es un trueno.
Es un golpecito.
No es un aguacero.
Es una llovizna.
No es una piedra.
Es una pajita.
Es como un dolor anestesiado.
Como la secuela de un golpe.
Como una lágrima sin secar.
Como una espinita sin remachar.
Como un cristal con astillas.
Un vaso hendido.
Un gemido sin voz.
Es un poquito de lodo
aposentado en el fondo.
Es un escurrimiento que fluye,
tapando todas las válvulas del perdón.
Es un residuo de odio
pegado al corazón.
Es, un pedacito enfermo
que te va envenenando la vida.
¡Deséchalo de tu corazón!
Arráncalo de tu raíz !
Detéctalo a tiempo !
Y límpiate por dentro.
Quita esa aldaba
que te tiene cerrada la puerta de Dios.
Que no te deja ver más alto.
Que pesa sobre tus alas,
sin dejarte volar.
Es la única manera que desde ahora
puedas ser libre, puedas ser feliz
y puedas merecer para ti el perdón
y la salvación
Digamos adiós a esa parte
que yace en nosotros
y que tanto daño nos hizo y nos hace
y abramos la puerta a la vida.
Desconozco su Autor